
De forma sibilina y con la nocturnidad que ofrece la oscuridad al mal y al malvado que la utiliza. Igual que un beso puede ser muestra de amor y otro puede ser el acto criminal de un Judas, así hace pocos días el cardenal de Madrid, José Cobos decidió dar un grave paso más hacia la catástrofe y destituir de su cargo al padre prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera.
Este hecho que tiene que ser pedido y concedido por el abad presidente de los benedictinos en Solesmes, Geoffroy Kremlin, ha sido «ejecutado» sin ninguna pega por esta mafiosa jerarquía, poniendo como respuesta al hecho los trienios que llevaba el padre Cantera al mando del Valle. Don Santiago Cantera es un hombre santo y un fraile que desde su humildad y trabajo nos ha dado ejemplo de vida a muchos católicos.
Cuando estos canallas decidieron poner su objetivo en la destrucción del Valle ninguna jerarquía de nuestra Iglesia hizo nada por defender un monumento funerario en el que se manifiesta de forma total la misericordia y el abrazo fraternal entre hermanos antes enfrentados y bajo la cruz más grande de la cristiandad, ahora unidos en la paz eterna de Dios, él se enfrentó a lo que suponía el terrible atropello de violentar un centro sagrado de oración y como segunda fase de la destrucción total, se opuso a la profanación de la tumba del Caudillo en una vergonzosa ceremonia masónica y a la de José Antonio.
Después de estos hechos la tercera fase fue fríamente diseñada y consistía, y así se ejecutó, en el total abandono de la Basílica, provocando, por ejemplo, los cortes de luz en pleno invierno de forma reiterada y habitual, sin importar que aparte de los frailes en el Valle reside una escolanía y que allí se les imparte, aparte de sus estudios de canto, formación académica. Como no podía ser de otra forma «el incómodo» abad Cantera denunció poniendo en conocimiento de la opinión pública estos hechos y también el gran deterioro del monumento. A partir de este momento y con la ley de memoria democrática vigente, esta panda de delincuentes decidió pisar el acelerador de su criminal infamia e ir decididamente a descabezar al padre benedictino que les estaba, desde su magisterio de verdad cristiana, enseñando su ingente maldad.
Cobo ha conseguido con esta destitución dar un gran paso para convertir el Valle en un vergonzoso monumento a la causa republicana. Supongo, y creo no equivocarme, que al entregar en bandeja a Sánchez la cabeza de Cantera, habrá recibido algún tipo de compensación.
Con una Iglesia corrompida hasta sus tuétanos, un gobierno guerra civilista y una sociedad en bermudas y con el móvil cosido a la oreja, esta calaña conseguirá lo que quieran incluso veremos, como miran las vacas pasar el tren, la voladura de la Santa Cruz y no haremos nada para impedirlo, porque ya no queda nada.