
En este país vivimos en un continuo disparate, en un circo en el que los que conducen los carromatos son los payasos, llevamos una temporada en que el «todo vale» y el «estos gilipollas tragan con todo», es el pan a comer todos los días. Cuando alguien públicamente advertía que estas políticas de esta gentuza, criminal y ladrona, nos iban a conducir al caos de países subdesarrollados y saqueados como Venezuela, nadie lo creyó y lo que es mucho peor, nadie hizo el menor gesto, viéndolo venir, para intentar al menos evitarlo.
No me refiero solo a la derecha política que está absolutamente podrida, me refiero a esta sociedad nuestra idiotizada y absolutamente perdida ya sin esperanza de algún tipo de reacción. La respuesta social al apagón del lunes 28 pasado por parte de un país serio hubiera tenido no solo consecuencias políticas, sino una reacción contundente del pueblo en masa tomando la calle en una respuesta clara y contundente que hubiera arrastrado a esta banda de ladrones de nuestro gobierno a salir corriendo para no ser con justicia y razón apaleadas.
Las respuestas envueltas en mentiras del apagón dadas, a medias por esta gentuza que nos desgobiernan no tienen perdón de Dios y las ofrecen sin sonrojo a la opinión pública porque saben que aquí no pasa nada. El chulo de Sánchez compareció pasadas las primeras seis horas de caos para decir que era muy probable que este apagón, fuera consecuencia de un ataque exterior y para dejar claro que la energía renovable y verde es muy buena y segura y que, aunque Francia y sus centrales nucleares nos echaron una mano junto a nuestros vecinos moros, esta energía es malísima.
Desde Red Eléctrica le dejaron por embustero al descartar cualquier intrusión externa al sistema y esto sí que es para echarse a temblar. El apagón tuvo su origen en una caída del sistema por una sobrecarga en la red propiciada por esas fuentes renovables que no sirven y que, aunque a ellos les están forrando, al país lo están convirtiendo en un caos de miseria entre tinieblas.
Quien crea que este escándalo del lunes 28 no va a volver a pasar que vaya comprando pilas y linternas, porque volverá a pasar, y según pinta será pronto. Hay otro tema que es muy grave y que ha pasado inadvertido por casi todo el mundo, me refiero al escándalo del intento de compra de 15 millones de balas a Israel para intentar arreglar el estropicio, y seguro pelotazo, de la reposición de munición de las pistolas «Ramón» compradas por Marlaska para la Guardia Civil, pues las balas que están utilizando son una chapuza inservible.
Solución al problema al poner en peligro la poltrona de Sánchez por los gritos de furia incontenible de la izquierda pro Hamás, se rompe el contrato y los seis millones que aún se deben, pues que los pague el contribuyente y todos contentos.
Este es el país que tenemos y después de esta vergüenza de «velas y balas» tendremos que hablar del nuevo episodio al que podremos denominar de «trenes y Morancos».