El próximo viernes, las juventudes falangistas, han organizado una manifestación por las fronteras seguras y los barrios seguros. Una manifestación necesaria (ahora me justificaré) a la que se han unido todas las organizaciones patrióticas del área o del entorno, lo cual es una muestra más de las buenas intenciones de los verdaderos españoles.
Cuando he dicho los verdaderos españoles, me refiero a todos los que nos sentimos orgullosos de ser españoles, a los que sentimos España en cada pulsación de nuestro corazón, a los que amamos a España porque no nos gusta.
Cuando he dicho los verdaderos españoles, no me refiero a los de la plataforma por la España constitucional, los cuales están a favor de la Constitución que nos insulta sólo con su nombre, pues España ya estaba constituida de mucho antes de su redacción. Tampoco me refiero a esos que ondean banderas azules con estrellitas amarillas que son, aunque a lo mejor ni lo saben, traidores de nuestra Patria, que están dispuestos a entregar España a una élite globalista, tentáculo del NOM. Tampoco me refiero a esos que están a favor de las C.C.A.A., las nacionalidades, las naciones dentro de la nación y otros estúpidos arreglos para disolver España, día a día. Esos traidores que, a lo mejor ni se enteran, pues -seguramente- serán de los que aún ven la televisión y están dispuestos a romper España, desde dentro y desde fuera.
Cuando he dicho los verdaderos españoles, no me refiero a esos que apoyan a la Casa Real, al monarca de antes o al de ahora, esos que se lo creen todo, incluso se creen la versión fatal del 23-F; esos que siguen los pasos “formativos” de la nueva “preparada”.
España es un país de traidores, y los tenemos ahí, a cara descubierta, cobardes, incompetentes y cómplices de la anti-España que nos gobierna desde hace casi 50 años. Esto está montado así de mal y gobierne quien gobierne, siempre pierde España. Estos gobernantes y los que tenían que ser la oposición, no conocen ni el honor ni la dignidad, no hacen nada por nuestra Patria ni por el Pueblo y está comprobado que, sin un fuerte golpe de timón, nada cambiará.
Así pues, levantemos la cabeza, orgullosos de lo que somos, orgullosos de lo que defendemos, sirva esta manifestación para demostrar UNIDAD, para demostrar FUERZA, frente al problema de INSEGURIDAD que padecemos en nuestras fronteras y que se traslada hasta nuestros barrios, al igual que también para demostrar que la REACCIÓN es posible y que somos más de los que el Sistema “vendepatrias” se cree.
Hay que dar ese paso al frente, UNIDOS, frente a la anti-España (que no son pocos), mañana puede que sea tarde. Cuando acabe la manifestación cada uno se irá donde crea oportuno, unos a casa pues al día siguiente tendrán que trabajar, otros a cenar o a tomarse algo, aprovechando el encuentro con camaradas de diferentes lugares y de, posiblemente, diferentes organizaciones, esperemos que pocos al “cuartelillo”. Sea como fuere, nos tiene que quedar ese buen sabor, esa satisfacción en el cuerpo para el día siguiente seguir trabajando y luchando por España, con ilusión, con ganas, cada uno en la medida de sus posibilidades, pero sin tregua, con sacrificio, sin miedo.
Hay que seguir forjando núcleos de resistencia por toda la geografía; unirse a los que ya existen o formando otros nuevos, pero con la finalidad de sumar, de aumentar ese patriotismo auténtico, que será el que consiga la SALVACIÓN DE ESPAÑA. No todo está perdido.
En Noviembre hay más manifestaciones programadas, las organiza Democracia Nacional y Núcleo Nacional, estén atentos a las RRSS. Súmense a las mismas, son todas importantes, son todas igualmente necesarias para RECUPERAR España.
¿Se repetirá el NOVIEMBRE NACIONAL?
Muchas gracias por su atención y hasta la próxima.