De papel y además indigno y cobarde, de casta le viene al galgo. Su padre engañó a Franco, y mira que era difícil hacerlo. Del «atado y bien atado», pasamos al desastre total en el que estamos ahora. El felón de su padre perjuró de todo lo que podía dar continuidad al régimen y abrió la puerta a una España de partidos y de vergüenza bajo el paraguas de una constitución innecesaria redactada por los enemigos de la patria. Se me revuelven las tripas y el alma al ver a tanto ser despreciable defender ese manojo de leyes repugnantes que han sido el detonante de la desaparición de la unidad nacional y defender también al Borbón traidor.
Su bisabuelo, que era otro traidor y cobarde, salió corriendo tras ver lo que se avecinaba a pasos agigantados y eso es una clara premonición de lo que puede volver a suceder.
El rey es el jefe del Estado y el jefe supremo de las Fuerzas Armadas ¿Y qué? Su padre, ante la presión de los partidos, dejó en manos del presidente de turno todas las atribuciones legislativas de su cargo y así se curó de espanto y se convirtió en un florero sin ningún resorte de actuación y esto le aseguraba a él y su parentela la garantía de chupar del Estado y, sobre todo, lo más importante, la tranquilidad de no tener que salir corriendo como su abuelo en plena noche. o hacerse un patético conspirador como hizo su padre desde un dorado exilio en tierras Lusas.
Y llegamos al momento histórico de hoy con un monarca que firma por obligación todo lo que le ponen por delante y que no sirve para nada más que para, de vez en cuando, inaugurar, por ejemplo, una importante convención de coleccionistas de sellos, o salir disfrazado de militar, como hizo el 3 de octubre del 2017, para hacer una comedia que no sirvió de nada, y de esos polvos estos lodos.
Después de la vergüenza de esta semana proponiendo a Sánchez para formar gobierno, y además sabiendo que este indeseable junto con sus socios terroristas y golpistas puede perfectamente continuar con su diabólico plan de acabar con lo poco que queda de nuestra patria, este cobarde se ha puesto la soga al cuello y más pronto que tarde, a él, y a la republicana del telediario de la mano de sus dos nenas, les van a dar una soberana patada en el culo.
El momento actual se parece mucho a la formación en 1936 del Frente Popular y a las situaciones que a partir de febrero y hasta el mes de julio desencadenaron una gloriosa Cruzada de liberación, pero la diferencia de ese proceso y el momento actual es que ni está Franco, ni el ejército sirve para cumplir con su labor encomendada cuando está en peligro la patria. El ejército es una ONG que no conoce el honor.
La monarquía solo sirve para gastar dinero. La soberanía nacional se la han vendido a la Unión Europea, que es «el camello» que nos compra con la droga de unos fondos para la implantación de la agenda 2030 y que nos arrojará por el precipicio junto con el resto de la vieja Europa. «Antonio» es un mamporrero más en este diabólico plan y Felipe VI es la triste caricatura de un tebeo. Un rey de papel.
Felicidades, es un gusto, especialmente en estos tiempos de cobardía, frialdad, traición y cobardía, la lectura de palabras verdaderas, firmes, y una manifiesta y gallarda defensa de España. Le mando mi respeto.