En fechas pasadas -hoy ya nadie se acuerda de ello- asistimos al esperpento, a modo de folletín inacabado, de los sucesos de los que fue protagonista, tiempo atrás, el hijo del Presidente del TC. Un suceso que, como otras muchas cosas más –el bochornoso caso del “Tito Berni”, las maletas de la venezolana, el no ingreso en prisión de los responsables de los Eres andaluces, etc.- han pasado y pasan totalmente inadvertidos, simplemente por la filiación política -izquierdosa- de los sujetos activos de estos hechos.
Por supuesto, por ser desconocedor de la trama, no soy quien para poner en tela de juicio la actitud de la Justicia, representada por los jueces que, a buen seguro, obraron siguiendo el mejor criterio ya que, de no ser así, instancias habrá capacitadas para investigar sus conductas y exigir responsabilidades, incluso a los miembros de la judicatura, que puedan constituir un delito.
Sin embargo, si me llama poderosamente la atención que tipas como la nariguda de los modelitos, la otrora “favorita”, la novia de Chucky -ambas defenestradas políticamente- y toda su corte de adocenadas comunistoides, perroflautas y feminazis en general, no hayan salido a la palestra en defensa de la presunta víctima de estos hechos que, de resultar probados, serían deleznables.
No he visto que asumieran la misma postura, radical y combativa, de condena sin paliativos, adoptada con ocasión del “caso Rubiales” en que, desde el mismo día, sin que la presunta víctima se sintiera siquiera ofendida, salieron a la palestra como unas histéricas a clamar justicia para que el individuo en cuestión fuese condenado a la muerte civil.
Por lo que se ve, estas tipejas, de muy baja estofa, valoran los hechos de acuerdo no con la objetividad de aquel que busca que se haga justicia, sino, más bien, en función de quien es el sujeto activo o pasivo del hecho.
En consecuencia, no es verdad eso que proclaman de ser las únicas valedoras de los derechos de las mujeres, lo son, tan solo, en función de quien sea la mujer y de la oportunidad política del momento. Tampoco es cierto que sean las que claman por exigir que los hombres, cuando cometan cualquier acción contra una mujer, sean llevados ante la Justicia ya que todo va en función de quien sea el hombre en cuestión, pues, para esta gentuza, no todos somos iguales.
Todo es un montaje burdo que muchos, de buena fe, se han tragado y han convertido a toda esta malsana tropa en auténticas adalides de la defensa de la mujer, de su libertad y de sus derechos. Ya se ve que no.
Aquí, no vale decir aquello de que “no tomamos partido hasta que se sustancien las responsabilidades” ya que, otras veces, lo han hecho sin recato, colocando a hombres, totalmente inocentes, como se demostró posteriormente, en la picota para escarnio de familia y amigos, sin importarles para nada las consecuencias que tal actitud podría provocar.
Vivimos en un país corrupto hasta la médula en el que las actitudes no se valoran en función del hecho en si mismo, sino en función de quienes son sus protagonistas y un claro ejemplo lo tenemos en este asunto.
Mientras por un “piquito” -como dicen las tontas- un tipo es puesto a los pies de los caballos, repito, sin que la parte ofendida considerase, al menos en principio, tal ofensa, una mujer, que manifiesta haber sido forzada, es tachada de lo que no es y, encima, puesta su versión en tela de juicio. El colmo.
¿Dónde está la prensa canalla y comprada por el poder que no pone el grito en el cielo?; ¿dónde están esos vividores que acuden a las tertulias, a lamerle el trasero a los que mandan, que no abordan este asunto más que de soslayo?
Algo similar ha sucedido con el asesinato frustrado del que fue objeto Alejo Vidal Cuadras en fechas pasadas y que, prácticamente, paso desapercibido para esta prensa comprada con el dinero de todos. Qué diferente trato al que le dieron al sociata que fu agredido con un huevo o a aquella otra, también sociata, que recibió en su despacho un proyectil dentro de un sobre. Tal parece que las categorías sean las mismas. Un huevo no mata, al igual que tampoco lo hace un proyectil sin disparar, sin embargo, un tiro en la cabeza te lleva al otro mundo, algo que parece que no entienden estos cuartilleros comprados con el poder corrupto.
Por cierto, hablando de tertulias y tertulianos. El otro día, haciendo un recorrido por alguna de las cadenas televisivas, en una de esas, en las que jamás me detendría, ofrecían una tertulia de esas a las que invitan, en exclusiva, a los estómagos agradecidos, a los lameculos de Sánchez y su troupe de deleznables y traidores sociatas. Pues bien, uno de ellos, de esos izquierdosos a los que tanto les gusta pontificar, aunque luego carezcan de los más elementales conocimientos, exigía, de forma vehemente, la inmediata prohibición de las concentraciones delante de las sedes del traidor PSOE. Pero vamos a ver, idiota, ¿no te sabes siquiera cuales son los derechos que, por lo menos hasta ahora, tenemos los españoles?, ¿no sabes que podemos manifestarnos donde nos da la gana? Léete, payaso, la Constitución y la Ley Orgánica 9/1983 y luego ladra, si te quedan ganas, tonto, que eres un tonto.
Pero lo grave de todo esto es que sigue habiendo tontos y tontas -quizás de estas más- que se apostan delante de la “caja estúpida” para escuchar, en esas cadenas perniciosas, toda esta sarta de tonterías que dicen los tipejos estos que están bien financiados por el poder corrupto, ya que, todavía, hay quien piensa que es más guay ver esas cadenas, pues ser de izquierdas mola más. Un poco lo mismo que esos estúpidos que corren a comprar “El país”, aunque luego no lo lean, tal vez porque ni siquiera sepan hacerlo, por el simple hecho de que, los demás, vean que lo llevan bajo el brazo.
Poco a poco nos estamos encaminando más hacia una dictadura comunista-bolivariana en la que los derechos de los ciudadanos serán pisoteados sin el menor miramiento y, al frente de ella, un sátrapa dictadorzuelo que solo ambiciona ser presidente de una República roja y bananera.
Entretanto, aquí clamamos por la mediación de Europa, enarbolando su bandera. ¿Europa?, esa formada, en su mayor parte, por los enemigos viscerales de España a lo largo de la Historia. ¿Qué podemos esperar de Europa?, nada, así que como nos resolvamos nosotros nuestros problemas vamos listos.