Cuando digo y reitero semana tras semana que había que, urgentemente, ilegalizar a toda la izquierda, principalmente al criminal PSOE, y meter en la cárcel a todos sus dirigentes, no lo digo por decir. Esta gentuza lleva intentando acabar con España desde que se les consiente su permanencia y actividad en la sociedad. Desde el principio del siglo veinte solo han traído crimen y ruina a este país.
Ahora que todo el mundo de orden pone el grito en el cielo por la tropelía de amnistiar a delincuentes y darles la dinamita para volar la patria, se olvidan que esto de querer destruir el estado no es nuevo y además cada vez que se les deja lo vuelven a intentar.
Si hacemos un poco de memoria histórica nos tendríamos que referir a una fecha bastante siniestra, el 15 de enero de 1936 se anunciaba la constitución del Frente Popular, la unión de toda la izquierda criminal. Ya el día 12 del mismo mes, Prieto anunciaba el programa de dicho Frente, entre otras barbaridades, la disolución del ejército y de la Guardia Civil y una amnistía general que puso en la calle a presos de toda peligrosa catadura. Luego llegó Franco y lo arregló.
Después de la Cruzada y tras 40 años de orden y progreso y tras la muerte del Caudillo, se volvió a intentar repetir lo interrumpido con la llegada de la transición y la vuelta de la izquierda cobarde y asesina. El 5 de julio de 1976, el traidor de Adolfo Suárez juró su cargo de presidente del Gobierno designado por el perjuro Juan Carlos I, y comenzó «la fiesta» de nuevo y esa terrible vuelta del mal también trajo una nueva vergonzosa ley de amnistía tras las elecciones generales de 1977 y además de volver a abrir las cárceles se esperaron con los brazos abiertos la vuelta de criminales cobardes como Carrillo, Pasionaria y Alberti, solo tres ejemplos, que salieron corriendo cuando perdieron la guerra y volvían entre vítores y aplausos. Recuerdo la foto del abrazo de Suárez al genocida de Paracuellos. La ofensa y el dislate fue tan asqueroso que llegaron a abrirles las puertas de las Cortes. Los terroristas celebraron estos «democráticos pasos» matando con más virulencia
Ahora de nuevo otra vez los mismos en el gobierno, tercer intento y nueva amnistía y otra vez el tropezón en la misma piedra y lo malo es que se puede cumplir el vaticinio del famoso refrán. Con esta gentuza no se puede ni planear un diálogo, ni intentar que olviden sus nauseabundos inicios, no principios. Hay que acabar con ellos utilizando todos los medios posibles. La situación es cada día peor y lo malo es que ante sus tropelías no hay respuesta contundente ni de una sociedad civil, en la actualidad idiotizada, ni de un monarca de papel, ni de un ejército que ni está ni se le espera.