Estos días estamos de enhorabuena: el azar y el trabajo incansable y admirable de meros aficionados al estudio de la historia nos han traído un regalo historiográfico de incalculable valor. José María Manrique y Enrique Rovira son dos verdaderos expertos, dos verdaderos eruditos en el conocimiento de lo que sucedió en el 98 y lo han demostrado escribiendo excelentes libros como «Los misterios del 98». Se une a ellos José María Balmisa, también profundo conocedor de este periodo y nos presentan su último trabajo conjunto: la edición de un verdadero bombazo historiagráfico. Publican comentados los diarios proscritos e inéditos de Ramón Auñón, quien fuera nombrado Ministro de la Marina tras el desastre de Cavite y que ejerció como tal durante los combates en el Caribe en la guerra de 1898.
Los diarios de Auñón son tremendamente reveladores, muchas de las informaciones que allí se presentan destrozan con datos el relato victimista y derrotista de los muñidores de la derrota pactada que ha servido durante tantas décadas, durante siglos ya, para dar cobertura a lo que sólo podemos denominar como «La Gran Traición del 98».