Lo que voy a hacer, acto seguido, creo que está considerado como de “alto riesgo”.
Soy un patriota español, igual que todos vosotros, sin complejos, católico, orgulloso de ser español, disidente, practicante del patriotismo auténtico y defensor de aquello que decimos muchos y que el actual régimen no protege: “Los españoles primero”.
No voy a retroceder más allá del siglo XX. Soy un admirador de José Antonio (el único político que no necesita de apellidos para ser reconocido), de Ramiro, de Onésimo, de Manuel Hedilla, de Francisco Franco, de Blas Piñar, de Pedro Pablo Peña y de otros muchos patriotas, que lo dieron todo por España.
Soy un fiel defensor y admirador de Antonio Tejero, al que nombro muchísimas veces en mis conversaciones familiares, con mis amigos, con mis camaradas e incluso con mis enemigos, que no son pocos…
Soy seguidor, simpatizante e incluso algo más, de la familia falangista actual: Norberto, Manuel Andrino, Martín, Jesús Heras, Jesús Muñoz, Jorge Garrido, Currita y un nutrido etcétera.
Soy un incondicional (y él lo sabe) de José Luis Roberto, de España 2000.
Admiro, enormemente, la labor de Miguel Blasco (que dirige y presenta el programa Aquí la Voz de Europa), a él y a su programa les debo mucho (algún día daré más detalles), también a Pedro Chaparro, a Gonzalo Martín, a Pablo Lucini, a Max Romano, a Luis Mateos, a Vicente Estarelles y a otros muchos miembros de Democracia Nacional.
También sigo a Hacer Nación, a la Asociación Cultural Alfonso I, a NN e incluso a organizaciones Carlistas. Años atrás, también seguí a FN, FJ, AES, a ADÑ, a NPE, a LEM y a todas las coaliciones y proyectos patrióticos que fueron surgiendo, siempre para el bien de nuestra Nación.
Soy de levantar el brazo en alto y cantar el Cara al Sol, soy de gritar ¡Arriba España! siempre que surja la ocasión, de exclamar ¡España Una, Grande y Libre!, me gustaría que volviera la Peseta, que saliésemos de la UE, de la OTAN, que las CCAA desaparecieran de la noche a la mañana, así como sus Generalitats, Juntas, Consejos, Asambleas, etc., soy de cerrar el Senado, de acabar con el maldito y destructivo R78, soy de proponerle a Felipe VI y a toda corte que se dediquen a otra cosa, que la vida es bella, soy de reclamar Gibraltar e incluso cerrar la verja si hace falta, de recoger a las FFAA y traerlas a España a defender sus fronteras, así como a las regiones que fomentan el separatismo, soy de cargarme la Constitución actual y redactar otra puramente Nacional Española, soy de reivindicar la soberanía nacional en todos los sectores, de devolverle a España el tejido industrial (el Made in Spain que dicen algunos), de ponerle letra al Himno Nacional, de devolverle al fútbol español su esencia, su orgullo patrio; de cambiar el sistema educativo, de apoyar al campo español, la agricultura, la ganadería, la pesca, las costumbres y tradiciones españolas, de cargarme las fiestas del orgullo gay y cambiarlas por fiestas del orgullo español (no estoy en contra de parejas del mismo sexo, pero sí en contra de bodorrios, adopción de niños, cambios de sexo, abortos, etc.), de defender la caza, la tauromaquia, la Navidad y la Semana Santa, de quitar el Papa Noel, el Halloween y hasta el Black Friday… Si queréis sigo otro día…
Visto lo visto, formulo unas complejas cuestiones:
¿Hay alguien que piense que es posible, a día de hoy, un proyecto unionista con todos estos puntos comunes?
¿Quién le pone el cascabel al gato?
¿Es tarea de los líderes de las formaciones?
¿Es misión de los militantes, simpatizantes, votantes y de los españoles de bien, en general?
Pase lo que pase, aquí seguiremos hasta que Dios quiera.
¡Viva siempre España! ¡Arriba España!
Bonito potaje!!! Ese cascabel ya está puesto: se llama caverna y ultraderecha tradicional (la de antes del fango de Pedro Sánchez… la de toda la vida). Cambia de amigos, como decía el gran Pumares.
Luis, no te conocía hasta que vi la entrevista que le hiciste a Álvaro Romero en el canal de YouTube de SND Editores. Pues sólo te puedo decir que estoy de acuerdo contigo.