No. “Nosotros somos quien somos”, no “damos cuerda al recuerdo” porque nada tenemos que olvidar ni que hacernos perdonar. Cuando te pregunten ¿qué y quiénes somos?, responde con la modestia que sólo habita en el orgullo antiguo: “Somos bárbaros, sencillos/ Somos a muerte lo ibero que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero”. Reirán condescendientes y te preguntarán, como se le pregunta a un niño, como se le pregunta a un loco, ¿qué pretendéis?, ¿qué queréis, donde vais? Responde con las banderas que izas y las palabras que las custodian: “Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño. España mía, combate. Con amor te deletreo.” Y después, sigue a pie por las viejas calzadas, sólo ellas conducen a los escoriales y a los alcázares del futuro.
Eduardo García Serrano