La desaparición de la generación que conoció la crudeza de la guerra civil, la despenalización de los delitos en 1969 y la excesiva propaganda política de los últimos años han originado que muchísimos españoles desconozcan el horror y el sufrimiento vividos en la retaguardia republicana durante aquella lucha fratricida. Este terror, de naturaleza soviética, pero aderezado con la brutalidad ibérica más montaraz, produjo miles de muertos, la destrucción de incontables obras de arte y el expolio de una porción considerable de la riqueza del país. La estadística de toda esta hecatombe no ha sido aún escrita ni detallada con amplitud, por dejadez e intereses espurios. Por tanto, es hora de que sea conocida por la ciudadanía, habida cuenta que propició una criminalidad infinita, pues se prolongó más allá de 1939, siendo sus orientaciones y métodos recogidos por algunos grupúsculos, que aún nos golpearon en plena transición política
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04/12/2024