Me gusta el fútbol, lo puedo justificar, pero tenía muchas ganas que se acabara esta EUROCOPA.
Como patriota español y como futbolero (más bien de antaño), tendría que estar contento, pues no lo estoy.
Antes de meterme en el lío que, creo, me voy a meter, quisiera felicitar a todos los que se sienten parte de este triunfo continental, aunque lo de continental sería cuestionable…
El combinado español, pues ya no sé cómo llamarle a lo que antes le llamábamos, simplemente, España o la Selección Española, ha ganado su cuarta Eurocopa y lo digo con nostalgia de lo que he vivido, ya que, por supuesto, nada volverá a ser como antes.
Me notarán tenso, pues no es para menos, creo que nada es casual, las élites globalistas utilizan el deporte rey para manipular a la población y conseguir sus objetivos, poco a poco, como la lluvia fina,…
Siempre ha habido voces que decían: ¡No mezclar deporte con política! En este caso ¡No politizar el fútbol! Pues no estoy de acuerdo, el que viste una camiseta que representa a España o a cualquier otro escudo, debería defenderla por amor patrio, prácticamente gratis, sin ánimo de lucro… ¿Y qué nos encontramos? No sólo en nuestra Selección, en todas, como no, tenemos que ser multiculturales, ya no vale aquello de autóctono, nacido en…, natural de…, puedes ser del país vecino por la parte sur, burlarte otrora de nuestra Selección (como se muestra en un vídeo que se hizo viral) y en unos años, que digo yo, meses, ya estás en el primer equipo de tu nueva Selección, gracias al buenismo de las dobles nacionalidades. O ser de más abajo todavía, llevar una especie de palmerita en la parte más alta del cuerpo y bienvenido seas, puede que seas español desde hace un año o un poco más (y no ser un bebé) y como tu verdadera selección no contaba contigo, pues vayan pasando, como nos ha pasado con algún jugador galo que ha sido convocado por el Sr. Luis de la Fuente, concretamente con dos.
¿Y qué más da? Lo importante en el fútbol es ganar, levantar copas y llenar vitrinas. Pues para mí no…
Bueno, llegamos a la final, no les quito el mérito a los jugadores que realmente cumplen con las reglas del juego, su españolidad y, puede que, también, patriotismo. Gracias y enhorabuena.
Que no se me olvide, nuestro representante mayor, el Rey de las Comunidades Autónomas, hizo el sacrificio de ir a la final a quedar bien con todos, para eso sí que sirve…
Llegamos a la final y ganamos. Misión cumplida. Empieza la fiesta:
¡Viva España! ¡España es la mejor! Los coches y otros vehículos empiezan a circular por las calles, plazas y avenidas de nuestro suelo patrio, con la sinfonía musical protagonizada por los cláxons y el rugir de algún motor que aprovecha para exhibir su poderío.
¡Yo soy español, español, español! Muy bien, yo no digo que no haya alguno que aproveche estos eventos para sacar de dentro ese patriotismo que en un día normal no lo puede hacer, cohibido, enarbolando una bandera del régimen del 78, adquirida en el bazar chino de guardia, pero yo quisiera que una vez terminada la fiesta (Se acabó la fiesta), ese patriotismo no se guardara hasta el próximo evento deportivo, la vida continúa y ya que sabemos tomar las calles tan bien, que mañana volviésemos a las calles, con ese fervor, con ese ímpetu, a reclamar soberanía, a reclamar la reindustrialización de España, a reivindicar el consumo de productos españoles, a gritar por la salida de la UE que va a acabar con nuestra patria, a reclamar la salida de políticos corruptos, a exigir una mayor vigilancia en nuestras calles y en nuestras fronteras, y así sucesivamente.
¡A por ellos, oé! Pues siguiendo con lo anterior, a por ellos, a por los que quieren destrozar España, a por los que firman amnistías, a por los que se alinean con separatistas y terroristas, a por los que quieren implantar la Agenda 2030, a por los que permiten a niñitos y niñitas cambiar de sexo como si cambiaras de equipo de fútbol, valga la redundancia.
¡Campeones! De acuerdo, pero no se olviden que también somos campeones en datos de desempleo, que nuestros jóvenes ya no saben qué estudiar pues no saben si van a tener trabajo, que nuestros menos jóvenes no saben si llegarán a cobrar pensión alguna, que somos los más tontos permitiendo que okupas y malhechores campen a sus anchas y muchas cosas más que me guardo para sucesivos artículos.
¡Españoles de bien! ¡Patriotas! ¡Ni un paso atrás! ¡Viva siempre España!