Veinte años de aquel terrible 11 de marzo del 2004. La masacre que costó la vida a 192 ciudadanos y que dejó heridos y con secuelas de por vida a más de 1000 españoles que ese aciago día viajaban en alguno de esos trenes de la muerte. Hoy en día las víctimas y sus familias están abandonadas y desamparadas.
Es muy penoso ver cómo transcurrido todo este tiempo lo único que prevalece es la incuria de un estado y de unos políticos, de uno y de otro lado, que producen asco y vergüenza. No valen esas comedietas de gestos serios, ropas negras y música fúnebre, porque son falsas. A estas alturas sobran los monumentos derribados y las nuevas paredes azuladas en atocha, con los nombres de los asesinados, con unas lucecitas en el techo y con discursos vacíos e hipócritas de alcaldes y presidentes, de actores y actrices de segundo orden. No sirven las coronas ni el haz de luz.
Esta historia está llena de mentiras, preguntas sin contestar y manipulaciones de todas clases. Nos falta mucho por saber justo ahora que ha prescrito el caso y se ha cerrado. Hay mil mentiras y contradicciones que se quedaran sin conocer y que yo hoy voy a recordar solo unas cuantas por si sirven de reflexión. 1º- A las 24 h del atentado, los vagones de los trenes fueron convertidos en 90 toneladas de chatarra y hoy en día no sabemos quién dio la orden de esta destrucción. 2º- 18 h después de la masacre y entre algunos restos aparece de repente y por arte de magia, en la comisaria del Puente de Vallecas, una bolsa con explosivos, un móvil detonador y tornillería y metralla. Ningún cuerpo de las víctimas, como se indicó tras las autopsias, tenía ni rastro de marcas, ni orificios provocados por metralla, por tanto, prueba falsa. 3º- De las trece bombas que detonaron en los trenes, según consta en el sumario, solo se condena a un moro ejecutor, se supone que los siete terroristas que se inmolaron en el piso de Leganés eran también colocadores de explosivos, pero faltan cinco de los que nada se sabe. 4º- El sumario es sencillamente vergonzoso.
En un primer momento, se achacó la barbaridad a ETA, incluso en los periódicos, también en El País, aparecía la organización terrorista como causante del acto, pero luego se difundió la pista del terrorismo musulmán. ¿Alguien se puede creer que una panda de moros piojosos con unos cuantos móviles adquiridos en un bazar de Lavapiés, sin ayuda de nadie, pudieron planear y realizar un acto así? En plena semana electoral ocurre un hecho así y la izquierda moviliza su maquinaria siniestra y asedia, en la jornada de reflexión, las sedes del PP. Toda esta historia de horror y muerte, ¿a quién benefició? El PSOE, el partido, ya sé qué me repito, más criminal de España ganó las elecciones con muchos muertos encima de las mesas de votación. ¿Qué ocurrió realmente con este atentado? Y lo que es el centro de esta cerrada historia ¿Quién, o quiénes fueron los inductores y organizadores de estos crímenes? Yo creo que ustedes y yo lo sabemos, ¿verdad?