Es evidente que, desde que la Izquierda está en poder, ha volcado toda su furia e impotencia contra la Iglesia Católica y lo que representa en España, esto es, su esencia, alma, historia y naturaleza misma.
En particular, el Presidente Pedro Sánchez ha hecho de ella su objeto predilecto de diatribas e inquinas. Ya no es sólo el asunto de las inmatriculaciones de los inmuebles de la Iglesia, es que en el tema de los presuntos abusos en el marco de la Iglesia Católica está asumiendo un papel tendencioso total.
Igualmente, muy triste es la posición de la Conferencia Episcopal Española que, sometida a ataduras que no son precisamente espirituales, mantiene una posición neutra y equidistante ante todos los ataques, dejando a la población católica de España en muy mala posición al respecto de estos asuntos que se señalan, como pretendiendo todos los sujetos implicados, por activa y por pasiva, que debamos los Católicos españoles de compartir la responsabilidad de unas vergüenzas como las señaladas.
Este Gobierno, enemigo feroz de los que somos Católicos, pisotea de forma constante nuestros derechos como Católicos y no harto con eso, busca insistentemente el señalarnos en el cadalso de las peores pasiones de la opinión pública embrutecida de nuestra Nación, y el caso de los presuntos abusos se lleva la palma.
Las líneas de ataque son múltiples y coordinadas, mientras que la defensa por parte de la Conferencia Episcopal, con la aquiescencia del Vaticano, es prácticamente inexistente cuando no colaboracionista; los medios de comunicación de la Izquierda nos señalan una y otra vez como abusadores en potencia y ponen en duda que los espacios de las Iglesias Católicas y los Colegios religiosos sean sitios seguros para la infancia y adolescencia.
Somos millones de españoles los que hemos estudiado en Colegios Católicos en España y estamos orgullosos de nuestro aprendizaje y formación en su seno, a pesar de que los que realmente nos han molestado ha sido ese minoritario y radical clero progre que ahora mismo está aupado en esferas esenciales de la Conferencia Episcopal y el Vaticano, y que hizo que muchos jóvenes perdieran su fe por sus erráticas enseñanzas y comportamientos.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido incluso aprobar una Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados para investigar esos presuntos abusos, aprovechando su mayoría «Frankenstein». Y, además, con el inexplicable apoyo del PP; el Defensor del Pueblo, el socialista ilustrado Ángel Gabilondo, también conocido como “Cromañón”, por los puñetazos que daba a sus alumnos en su época de fraile en un Colegio de curas, también investigará; y, además, como no era suficiente, la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, conocida en todo el mundo por sus buenas relaciones con las cloacas policiales del comisario Villarejo, y en particular su conocimiento del presunto “menoreo” llevado a cabo por en Colombia por quienes todos sabemos, también ha promovido su propia investigación, sobre la cual los Católicos combativos tenemos al menos todo el derecho del Mundo a la duda.
PREGUNTA A LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO
Y tanto es así que en base a la Ley de Transparencia he preguntado a dicha Fiscalía General del Estado que me remita los datos de las causas penales abiertas por abusos en el seno de la Iglesia que ha ido recopilando desde las Fiscalías territoriales y cuál es mi sorpresa que detecto dos graves anomalías a mi juicio; primero, que me niega los informes remitidos por dichas Fiscales territoriales, en base a que son documentos internos, aunque los contenidos de dichos Informes ya han sido desvelados a la opinión pública en su momento; y segundo, que resulta que entre la información desvelada a la prensa por las Fiscalías territoriales y los datos que de forma agrupada ha trasladado la Fiscalía General del Estado a la opinión pública ha gravísimas incongruencias.
Para muestras, varios botones:
Primero.- La Fiscalía territorial de Alicante trasladó el 8 de febrero de 2022 que Alicante no registra denuncias por abusos sexuales en centros religiosos desde 2018, como se puede ver pinchando sobre este enlace.
A continuación, la noticia relata lo siguiente según fuentes de dicha Fiscalía territorial:
“… entre 2018 y principios de 2022, solo se ha registrado una denuncia por un supuesto episodio de abuso sexual en el ámbito religioso, el cual habría sido cometido presuntamente por un profesor de religión que impartía clases en un Instituto de Educación Secundaria (IES), situado en el municipio de Torrevieja. Dicho centro, además, sería de titularidad pública -y por tanto, sin vinculación con ninguna entidad religiosa-, de modo que su funcionamiento dependería de la Generalitat Valenciana. Según datos de la Fiscalía, en ese mismo periodo de tres años (de 2018 a enero de 2022), se habrían acumulado 2.093 denuncias relacionadas con agresiones sexuales registradas en el conjunto de la provincia, de las que 937 (lo que representa el 44,76 % del total) se refieren a delitos vinculados a la pederastia, en los que las víctimas eran menores de edad. En la mayoría de esos casos, los denunciados y presuntos autores de los abusos pertenecen al entorno familiar de los menores, según han explicado las mismas fuentes”.
Es decir, que de más de 2.000 denuncias de agresiones sexuales registradas en Alicante, ninguna es del ámbito de la Iglesia Católica, y la mayoría pertenecen al entorno familiar, lo cual demuestra la descomposición moral de nuestra Sociedad en las cuatro últimas décadas, de lo cual es obvio que nuestros políticos tendrán su parte grave de responsabilidad.
Sin embargo, en el caso de Alicante, hay un caso que sí que es imputable al entorno de la Generalitat Valenciana, porque el presunto abuso tuvo lugar en el seno de un Colegio Público; sin embargo, la Fiscalía General del Estado ha computado dicho caso a cargo de los ámbitos de la Iglesia Católica, tal y como se puede ver en el listado completo proveído por dicha Fiscalía, según se puede ver en este enlace de una nota de prensa oficial.
Segundo.- En dicho listado oficial y agregado de la Fiscalía General del Estado, se puede observar que NO hay casos abiertos en Asturias, Cantabria, Extremadura y Navarra, comunidad autónoma ésta donde por lo visto hay una Universidad que ha sacado un informe donde habla de muchísimos casos, lo cual da una medida del abismo entre la España oficial y la oficiosa.
Llama la atención que en dicho listado, cuya cifra ya inflada, asciende a una cantidad total de 68 presuntos abusos abiertos, se hayan olvidado por ejemplo de citar que en las provincias de Teruel, Guadalajara, Albacete (casos contrastados por mí en prensa), y otras muchas provincias y territorios que no aparecen referenciadas en ese listado, hay “cero casos”.
Tercero.- El caso de la Fiscalía Provincial de Madrid requiere un análisis especial; en el informe de la Fiscalía General del Estado aparecen cinco casos reportados, pero en prensa dicha Fiscalía provincial dice que no hay casos en su ámbito,como se puede ver en este enlace.
Los cinco casos que dice la Fiscalía General del Estado se tratarían en realidad de tres casos abiertos, estando los otros dos cerrados, según la Fiscalía territorial afectada.
Los casos abiertos son:
1.- Un profesor de gimnasia que imparte docencia en un centro religioso pero que no es sacerdote ni religioso
2.- Un miembro de la congregación Reino de los Testigos de Jehová
3.- Denuncia de un exalumno en un colegio religioso pero el denunciante ignora si el denunciado era sacerdote o seglar
Cuarto.- En cuanto a los casos abiertos en la Fiscalía de Getafe – Leganes, “hay dos investigaciones abiertas, una a un pastor de la Iglesia Evangélica por abusos y/o agresión sexual a cuatro niñas menores de edad y la segunda a un profesor de religión por abusos sexuales a una menor de 4 años, pero no es sacerdote, han precisado las fuentes”, pero en el Listado de la Fiscalía General del Estado aparecerían imputados estos dos casos a instituciones religiosas (de la Iglesia Católica).
Por eso es tan importante que la Fiscalía General del Estado haga públicos los Informes de todas las Fiscalías Territoriales para que así tengamos elementos de juicio suficientes para comprender la gigantesca farsa en que estamos inmersos al respeto de esta cuestión.
Quiero desde esta tribuna pública manifestar mi aprecio y reconocimiento hacia la infinita mayoría de los sacerdotes españoles, que no hacia la Conferencia Episcopal, por su callada y sacrificada tarea espiritual y de ayuda material hacia España y su población, especialmente en época de crisis como las actuales. Son admirables. Verdaderos Héroes. ¡Gracias, Hombres de Dios en España!