No hace falta ponerte en la boca unos algodones para dar más rictus a la cara y parecer lejano y peligroso. Tampoco es necesario tener el lugar donde solventar los problemas con una iluminación en total penumbra para que el interlocutor solo imagine tu mirada fría como el hielo mientras acaricias a un inofensivo gato. Esto hasta aquí narrado es de todos conocido, ¿verdad? Cuando el genial Brando se metió en el papel más importante de su carrera, Don Vito Corleone, no sabía que ese personaje creado por Mario Puzo, deprisa y corriendo, en manos de Coppola iba a resultar una de las cimas del séptimo arte.
La mafia llevada al cine como nunca antes. La gente, a partir de ver la película, empezó a utilizar conceptos desconocidos y solo manejados en círculos muy cerrados, omertá, «familia», «padrino» y un puñado de algunos más, a nivel popular y de forma continuada. Eso se lo debemos a Coppola y a su obra maestra, como el término «asignatura Aprobada» se lo debemos a otro genio de la dirección como es José Luis Garci que se le ocurrió poner a su primera película un título semejante. Esto es y será siempre el inmortal cine. Ese espectáculo en el que los «malos» eran brillantes en las caras, gestos y aptitudes que realizaban. Una mentira maravillosa.
Pero la realidad es otra y aquí en este estercolero español la mafia está construida mucho más allá de una sala de cine oscura y unos actores que lo llenan todo de un arte deslumbrante y, diría yo, admirativo hicieran lo que hicieran.
La famiglia en este albañal, antes España, es todo menos admirable porque es tristemente real y terrible. Desde la fundación de esta criminal asociación el 2 de mayo de 1879, por un analfabeto y criminal llamado, Pablo Iglesias Pose, la trayectoria de esta banda de malhechores ha sembrado el odio, la muerte y el robo sistemático hasta nuestros días. Después de la guerra provocada por ellos en 1936 y después de la victoria de nuestra Gloriosa Cruzada, huyeron como cobardes y se dedicaron a vivir en un exilio dorado con el oro robado hasta que tras la muerte del Caudillo los mismos traidores a Franco les abrieron las puertas legalizándoles e inventándose unas políticas de transición que despedazaron España y una constitución venerada por toda esta chusma política de partidos que nos ha traído donde estamos ahora, al borde del precipicio.
En la actualidad ¿quién es el «Padrino»? Pues un tipejo que a simple vista parece un chulo de discoteca, nada que ver con Brando, y que su pandilla de piojosos le venera porque gracias a él, ellos continúan con sueldo de escándalo y coche oficial. Uno de sus ministros, una mezcla de «Aurelio» del Planeta de Los Simios y La Mona Chita, le ha puesto el sobre nombre del «puto amo», repito, nada que ver con Brando y mucho más cercano a Torrente. En esta famiglia hay unos cuantos casos de corrupción y corruptos que recuerdan mucho a Luis Roldán en calzoncillos y rodeado de putas y polvo blanco y es que a esta gentuza les gusta cerrar sus latrocinios en calzoncillos y acompañados de putas, gambas y cocaína.
Este pájaro tiene imputada a su esposa, o lo que sea, Begoña/o Gómez, hija de Don Sabiniano Gómez Serrano empresario español dedicado al noble oficio de abrir puticlubs y saunas de maricones por Madrid y alrededores, como se puede entender a esta gentuza le gusta más la mierda que a las moscas.
Mafiosos con caspa y siempre al borde del «talego» Gentuza votada y sostenida en el poder por ese rebaño en bermudas que aunque sabe leer y escribir no practica por si les da «un ictus» Hoy estaba yo intentando hacer alguna comparación ante ustedes, algún punto de contacto entre «el polvo de estrellas» y esta cutre realidad, pero no ha podido ser, lo siento.