La izquierda en general lleva en su ADN la corrupción en todas sus manifestaciones. El caso Errejón que ha saltado a la opinión pública en estos días es solo un ejemplo de lo que sobrevuela en estos partidos de extrema izquierda y a la gentuza que conforman sus listas y, que no se nos olvide, vota la gente haciéndose partícipes y responsables de sus vergonzosos actos.
El tipejo este con cuerpo de alfeñique y cara de retrasado resulta que es, lo que se llama ahora, aparte de drogadicto, un depredador sexual y un maltratador de mujeres. Y yo me pregunto ¿Justamente ahora después de tres años salta el caso porque una de las víctimas decide denunciar y publicar lo que este degenerado hacía cuando las llevaba a un hotel o a su casa, o las encerraba en una habitación en plena fiesta echando el pestillo de la puerta y olvidando aquello de, «solo sí es sí»? Ninguno de sus compañeros/as sabiendo lo que este «cubo de basura» hacía tuvo un poco de vergüenza para denunciarlo a la policía o en un juzgado y ahora salen a la palestra con caras compungidas a decir que habían actuado mal, pobrecitos.
No se nos olvide que toda esta panda de piojosos, antes porreros y ahora cocainómanos, son aquellos que querían asaltar los cielos y que un 15M con el beneplácito de una ciudadanía cómplice acamparon en plena Puerta del Sol llenándolo todo de mierda y con la postura de un Ayuntamiento y Comunidad del PP dándoles carta blanca para realizar esta vergonzosa «asamblea» que fue el pistoletazo de salida para transformar a una tropa de desarrapados en una nueva opción política.
Gracias a todos aquellos que primero les votaron para las elecciones europeas y luego les dieron escaños en el congreso y propiciaron el «abrazo del oso» entre el chulo de Sánchez y «la rata cheposa» llegaron a formar parte de un gobierno y tuvieron la oportunidad de legislar y crear leyes tan monstruosas como todas estas que estamos padeciendo y que son inmorales y nocivas, TRANS, LGTBI, SOLO SÍ ES SÍ, etc.
PODEMOS y luego su escisión, SUMAR son la encarnación de la peor opción política para una sociedad estructurada porque su misión es solo una, corromperla hasta terminar con ella.
Errejón es parte de esa maquinaria perversa y pervertida que, arropado por los suyos, que son iguales que él, y con el salvoconducto de una posición más que desahogada perpetran sus criminales actos volcando sus perversiones en otras personas, en este caso concreto mujeres que, aunque víctimas, buscan sacar algo a su favor, y se retratan como golfas consintiendo que un demente peligroso en un momento dado abra y cierre el pestillo de la puerta a su antojo.