Tiene cara de malo, de película barata, y es muy malo. Es más maricón que un palomo cojo y no lo disimula porque en esta sociedad nuestra de estercolero y roña eso de ser invertido da galones. Su trayectoria profesional es la de un canalla, primero la basura del PP le aúpo en su carrera judicial y en Vascongadas tuvo sus oscuras historias y de allí a la Audiencia Nacional. Luego el PSOE, le encumbró en un ministerio y ahí está completando su obra de maldad sostenida por un Presidente del Gobierno que es un psicópata que asiste al aquelarre de la mierda de los premios Goya, mientras en la bahía de Cádiz dos familias destrozadas lloran y velan, junto a muchos compañeros del cuerpo benemérito y muchos ciudadanos de bien, a dos servidores del orden, a dos guardias civiles ejecutados por una mafia instalada en sus puertos que hacen y deshacen lo que quieren con total impunidad.
El personaje que tenía y tiene no solo la capacidad, sino la obligación de dotar a las fuerzas de seguridad allí instaladas de todo el material necesario para combatir esta lacra, no solo no lo hace, además tiene la indignidad de eliminar dotación y agentes destinados a estos delicados y peligrosos servicios.
Ordenar patrullar en una lancha neumática a una dotación de guardias ante el poderío en peso, envergadura y potencia, de las «narco lanchas», es mandar directamente al matadero a cuatro cumplidores del orden y el resultado es de todos conocido: dos agentes muertos y dos seriamente heridos, a uno de ellos le han tenido que amputar un brazo y está en coma, el otro agente, cuando escribo este artículo, parece fuera de peligro.
Mientras su jefe se paseaba en Super puma y Falcón para reír las gracias de Almodóvar y otros degenerados como este titiritero subvencionado, el innombrable tuvo el cuajo de presentarse en el lugar de la tragedia y entre gritos de dimisión, intentar condecorar a uno de los caídos, la viuda, en un gesto de profunda dignidad, se lo impidió ¿Y el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas? ¿Dónde está el rey? Algo importante le debió impedir acudir al lugar del duelo, una inauguración de algún certamen de sellos de correos, o algo parecido.
¿Dimitirá el innombrable? Ya ha dicho que no. ¿Será cesado por el chulo de discoteca? Ni mucho menos. Mientras eran enterrados estos guardias civiles, en ciudades como Madrid salían a la calle los miserables políticos de uno y otro bando hermanados para muy serios y consternados, representar el paripé de una falsa y repugnante comedia, y yo viendo a toda esta gentuza agarrados casi del bracete me pregunto lleno de rabia y tristeza, ¿POR QUÉ COÑO APLAUDEN?
Muy bien ,
Iba a decir, que sufra los comentarios que tanto abundan y lo describen , pero dudo que lo haga.