
La base principal de la mentalidad que inunda el mundo moderno, el mundo democrático, es la asunción de un relativismo cognitivo que proclama la inexistencia de verdad alguna previa al consenso humano. Para esa mentalidad democrática, la deliberación es el único procedimiento admisible para alcanzar cualquier convicción que pueda llegar a ser una preeminencia indiscutible en el ámbito de la realidad. Los conceptos de historia, de filosofía, de ética e incluso de teología deben estar supeditados a un consenso previo que los legitime, al menos como verdad temporal. De esta forma, el subjetivismo, el relativismo y el voluntarismo pasan a ser los elementos constitutivos de la trinidad democrática creando una nueva religión autorreferencial, intolerante y virulenta contra los disconformes.
Este libro explora la historia de las ideas que han dado lugar a semejante convicción intelectual que se ha convertido en un gran fraude, el fraude de la modernidad. Y analiza las bases de sustentación que componen la estructura política de las democracias modernas, diseccionando su íntima naturaleza para demostrar la mentira del sistema democrático liberal. Desde los conceptos de Voluntad General, de Opinión Pública, o de la indiscutible verdad de la mayoría, hasta la naturaleza de los partidos, de las elecciones, del parlamento o de la Constitución.
Un análisis implacable y riguroso sobre el gran fraude democrático, imprescindible para un conocimiento preciso de nuestra realidad política y existencial.