Vaya por delante que , sí, el término es inequívoco. Exhumar un cadáver contra la voluntad de su familia se llama profanación . El 24 de octubre de 2019 se profanó la tumba del Generalísimo Franco trasladando sus restos a un Panteón en el cementerio de Mingorrubio, de titularidad estatal, sin siquiera respetar el deseo de su familia, quienes habían expresado con claridad que, en caso de culminarse la tropelía, su deseo era inhumar a su abuelo en la Catedral de la Almudena donde disponían de una cripta propia.
Siendo fieles a la verdad he de manifestar que desde la Fundación Nacional Francisco Franco, así como desde la propia familia, siempre reinó durante todo el proceso previo un optimismo desmesurado pues convencidos estábamos de que nos amparábamos en la legalidad y, que en todo caso, al final , la Jerarquía Eclesiástica impediría que se llegara a producir la profanación, toda vez que ello implicaría la irrupción en una Basílica sagrada donde la última voz siempre la tendría la propia Iglesia. Considerábamos impensable que quienes le debían su existencia le fueran a traicionar. Desafortunadamente no fue así y se llegó a lo que se llegó y que todos conocemos.
Ya desde mucho antes esta Fundación Nacional Francisco Franco alertó sin mucho éxito que el hecho en sí no suponía simplemente una venganza de los perdedores de la guerra civil, habida ochenta años antes, sino la primera piedra de todo cuanto intuíamos iba a suceder en España. Valga decir, asimismo, que también para el Sr. Sánchez y su gobierno socialcomunista supuso una clara evidencia de la poca oposición que iba a tener en todas las acciones que sin prisa pero sin pausa iban a tener lugar a partir de ese momento. . En efecto, salvo esta Fundación, la familia y algunos otros , no aparecieron las temidas reacciones que el Gobierno suponía que podían haberse presentado por parte de Instituciones como la Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas o la propia sociedad civil. Sí , la tumba del Generalísimo Franco fue profanada ante la indiferencia flagrante de quienes tanto le debían, que callaron y que cobardemente se escondieron.
No pasaría mucho tiempo para la promulgación de la Ley de Memoria Democrática, una Ley a todas luces inconstitucional, a todas luces sectaria y tremendamente vengativa. Una Ley que de la que mucho se ha escrito y que prosigue como he expresado antes, al mejor estilo comunista, su aplicación paso a paso pero sin pausa.
Hoy España se encuentra en una encrucijada vital donde se ventila su permanencia y esencia como nación . A los cuatro años de la profanación de la tumba del Caudillo nos invaden a muchos sentimientos encontrados de rabia y de nostalgia. La España que Franco salvó de las garras del comunismo en 1939, la España que Franco rescató de la miseria y la ignorancia, la España que Franco transformó socialmente, la España donde todos los españoles éramos iguales en derechos y deberes sin importar donde uno viviere, es hoy una España irreconocible. El Gobierno del Sr. Sánchez larga sus tentáculos ya a tumba abierta conocedor , tal como pudo comprobar el día de la profanación, que nunca encontrará la decidida reacción que en algún momento pensó que podría encontrar.
Hoy España lleva camino de convertirse en una desestructurada nación bajo un régimen socialcomunista ante la atónita mirada de no pocos y ante la impotencia de una mayoría sufridora de la aplicación de tácticas marxistas para el derribo del poder establecido y sustituirlo por otro de nuevo cuño.El actual proyecto sanchista conlleva la destrucción de la Constitución y de la convivencia, de la concordia y de la libertad, de la monarquía y del Estado de Derecho.
Desde la Fundación Nacional Francisco Franco mantenemos que la inquina contra Franco y la consecuente profanación de su tumba, de la que ahora se cumplen cuatro años, no era más que el primer paso de todo lo que vendría después.
España agoniza ante la pasividad e inocencia de tantos. Sí, Franco y su régimen forman parte de la historia, una historia ya lejana y desconocida para la mayoría de los españoles de hoy, pero cuando vemos la España de hoy y la que está por venir, al paso que vamos, su figura se agiganta por momentos.
Y mientras escribo estas líneas veo que la Princesa de Asturias se encomienda a la Virgen del Pilar en Zaragoza como Dama Cadete junto sus compañeros de la Academia General Militar. Hace bien. Va a necesitar con creces el amparo de Ntra Sra. si quiere llegar algún día a ser Reina de España.
Gracias General, totalmente de acuerdo