El estado de las autonomías es un estado fracasado y muerto desde su nacimiento allá por el nefasto año de 1978. La tan «sagrada» constitución, inventada por toda esta tropa criminal y ladrona, es una verdadera mierda que ellos mismos la mean cuando les viene en gana.
La criminal acción en el terrible desastre de Valencia es la evidencia de que estamos en manos criminales y que desde este gobierno del psicópata Sánchez importa mucho más cocer y desgastar a una opción política nefasta como es el PP que la cantidad de muertos, que, por unos y otros, se han producido, sin olvidar que mientras moría la gente ahogada en barro, ellos asaltaban RTVE Esta forma de actuar sumamente criminal, que bastaría para meter en la cárcel tanto al gobierno en pleno como a la oposición, viene ya de lejos.
La descoordinación patente que dejó «Filomena» entre el poder político central del gobierno nacional y el autonómico enseñó «la patita» de en qué manos estamos. Lo del volcán de La Palma tiene hoy en día a una cantidad escandalosa de ciudadanos canarios hacinados en contenedores de obra y sin haber recibido ni un solo euro de las prometidas ayudas tan cacareadas por el canalla de Sánchez. La responsabilidad de manejar medios y personas desde el minuto uno, ante tamaño desastre era y sigue siendo del gobierno central, pero han dejado que la gente se ahogara para acabar, primero con el inútil de Mazón, que tenía que, desde el minuto uno, ser cesado de su cargo y acompañado por unos cuantos de su equipo ser llevados a la cárcel.
Dijo «el sumo sacerdote» que si necesitaban algo que lo pidieran y fue incapaz de activar el estado de emergencia y enviar al ejército para ayuda y sobre todo para organizar métodos, medios y personas. Mientras la ministra del ramo, a la sazón, Teresa Ribera estaba «fuera de cobertura». Margarita Robles dijo en plena crisis que el ejército no está para esos menesteres de ayuda, y uno piensa en un pasado no muy lejano cuando Marruecos sufrió un terremoto y esta «cara de hámster» mandó tropas de ayuda a «los moritos».
Marlaska es otro delincuente que es capaz de mandar un helicóptero con miembros de la benemérita del grupo antiterrorista, para en medio de la catástrofe, identificar y detener a cuatro enrabietados valencianos que indignados de ver al gran Pedrito salir corriendo rodeado de guardaespaldas, le quisieron despedir a escobazos y claro ya el propio partido socialista se ocupó de calificarlos de grupo organizado de extrema derecha, son así de miserables.
Lo que ha sucedido en nuestro país hace unos días es el resultado de un, repito, estado fallido con un derrumbe de todos sus mecanismos y una clase política criminal dividida entre los que gobiernan y los que pretenden hacerlo más pronto que tarde. Mientras tanto el pueblo con el agua al cuello o arrastrados por un barro propiciado por esta gentuza incapaz, que solo los quiere para cada cuatro años reponer sus vergonzosas políticas de ruina y caos, seguirán pagando impuestos de rodillas y sin romper un plato.