Después de la barbaridad del sábado, desatando una oleada de sangre y fuego sobre el Estado de Israel por los terroristas piojosos de Hamás y después de que estos hijos de puta han asesinado a civiles, e incluso han llegado a decapitar a bebés en sus cunas en el kibutz de Kfar Aza. Después de masacrar a familias enteras en Beeri, sale la izquierda española y monta una manifestación a favor del pueblo palestino y de Hamás, y lo mezclan todo porque a los borregos que soltaron en la Puerta del Sol nadie de los que les pastoreaban les explicó que son dos cosas distintas un grupo terrorista que domina bajo el terror y la miseria a los inocentes habitantes de Gaza y esos musulmanes, en su enorme mayoría, contrarios a esta gentuza terroristas que además de tratarles como escudos humanos, les masacran también sin piedad en ese territorio que dominan como amos y señores.
La mayoría de la borregada vociferante que tomó Sol, con pancartas contra el Estado de Israel y a favor de Hamás, no saben ni siquiera donde se encuentran geográficamente ni Israel, y mucho menos Gaza y Cisjordania. La mayoría de esta chusma no saben nada de nada, les sacan a pasear y ellos salen hacer el payaso y el caldo gordo a esta izquierda española subvencionada por un país tan criminal y terrorista como Irán, y estos sí que son, aparte de amigos de Hamás, sus más fieles valedores y sus aliados entregándoles armas para su lucha.
Si Europa se rasga las vestiduras y pone el grito en el cielo por los atentados contra el pueblo judío, no debe de olvidar, ni usted que lee este artículo, que la UE ha financiado y lo seguirá haciendo, a eso que se inventaron y bautizaron como Palestina.
El problema de Israel es que esta vez los servicios secretos, al estar peleados con buena parte del estamento militar, han abierto un boquete en su propia estructura, dejando abierta la posibilidad de ser atacados por esta banda de criminales ¿El culpable? En primer lugar, el primer ministro del país, un tipo «blandito» y poco inteligente y de aquí para abajo tienen que rodar cabezas de cuadros militares y de inteligencia nacional. Este caos y baño de sangre, estoy seguro, que con la antigua primera ministra, Golda Meir, no había pasado ni en los mejores sueños alucinados de estos moros criminales.
Países tan modélicos como Israel ya no quedan muchos. El muro de defensa que separa Gaza y Cisjordania del Estado judío es solo una barrera contra el terrorismo y en defensa de un pueblo que día a día convive con cientos de ciudadanos musulmanes dentro de su territorio, sin ningún altercado por ninguna de las dos partes.
Lo que esta basura comunista y casposa llama «territorios ocupados», refiriéndose a Gaza, Cisjordania, son territorios en permanente conflicto y amenaza por parte de los terroristas de Hamás al pueblo judío. El final de este problema enquistado solo tiene una solución y es acabar de una vez con el terrorismo situado detrás del muro fronterizo y los israelitas tienen suficiente potencia militar para pulverizarlos, aunque por razones poco entendibles no lo harán.