Sobre la emigración en tiempos de Franco y la realidad migratoria española. Incluye datos porcentuales
«Los tópicos de la emigración. Expolio del talento (y los impuestos con que se pagó su cultivo)
La crisis económica ha vuelto a hacer que se hable de la emigración.»
La tasa de paro de nuestra nación dobla la de la Unión Europea y es la más alta de toda la historia de España. Y eso que millones de españoles están aparcados en la Universidad y otro tipo de instituciones «educativas» y cientos de miles están «prejubilados». Además, por la estructura económica que han impulsado los gobiernos de los últimos cuarenta años, eliminado los sectores productivos industriales y centrándose en la construcción, en el futuro no se augura que la situación mejore.
Un ejemplo de las situaciones que provoca esta catastrofe social es la noticia, que encima se ha recibido con entusiasmo por los media, de que se van a llegar a acuerdos para que profesionales cualificados españoles salgan a trabajar fuera de nuestra nación. Desde luego es una solución particular para cada uno de los interesados.
Pero a nivel nacional es un desastre. Se celebra que España pierda a sus nacionales, grupos con preparación técnica es intelectual por encima de la media, que podrían ser los cuadros que se usaran para impulsar la salida de la crisis. Mientran siguen dejando entrar emigración extranjera de bajo nivel, generadora de dumping social y que saca del sistema económico a millones de españoles con menos preparación. Eso si, sirve para que la explote la plutocracia local.
Es intención de engaño o estupidez tomar como una buena noticia que las naciones extranjeras se lleven los licenciados, aprovechándose de los impuestos pagados por los españoles (la mayoría de los profesionales han estudiado en universidades públicas donde se han pagado matrículas muy inferiores al coste de sus estudios, subvencionados por el conjunto de los españoles, o han disfrutado de becas públicas)
En esta situación algunos media, para justificar que el Sistema propicie el desangramiento humano de España, han traido a colación el tópico de la emigración en el franquismo como una de las causas del crecimiento de la época, que evitaba el paro en la nación y a la vez servía como canal de entrada de ingresos por las remesas económicas de los trabajadores a sus familias.
Frente a estas opiniones, que se han convertido en la verdad oficial a base de repetirlas ,y que se usan como justificantes del actual paro que va a forzar a salir a muchos españoles fuera de nuestra nación es interesante recordar, usando el trabajo de Flores, algunos datos siginificativos.
Frente a ellos no hay discusión sino su constatación con los datos de los organismos oficiales (datos d serios y no maquillados, trabajados por autores, algunos de ellos «rojos»)
Hay cifras regionales sobre la emigración después del descubrimiento de América [1].
Pero hay estadísticas nacionales, por lo menos desde 1890 [2]. Así, por ejempo, algunos años significativos:
– En 1896 emigraron casi todos a Hispanoamérica, 162.595 españoles;
– en 1910 la cifra se elevó a 183.065 españoles;
– en 1912 a un máximo de 257.264 españoles.
Integrada la emigración por décadas:
– En el decenio 1891-1900 emigran 788.000 españoles;
– en el decenio 1901-1910 emigran 1.062.000 españoles;
– en el decenio siguiente 1910-1920 emigran 1.243.000;
– en la siguiente década 1921-1930, emigran 672.000 españoles;
– entre 1931 y 1935, emigran 71.000 españoles;
Es en el primer tercio de siglo XX, con la Nación sometida a la Restauración borbónica de la Monarquía Parlamentaria donde se produce las mayores sangrías de población de toda la historia de España.
Las cifras se reducen significativamente, a la mitad, en la década de la Dictadura de Primo de rivera
Y se produce un fuerte descenso en los años treinta debido a la prohibición de inmigración dictada por los países hispanoamericanos como consecuencia de la crisis de 1929.
No hay datos oficiales seguros durante el periodo de la guerra civil entre 1936 y 1940.
Tras la contienda las cifras decrecen hasta situarse en un mínimo de 5.575 en 1946, año en que se facilita la libertad de emigración.
De nuevo, después de la guerra, agrupando en décadas:
– Entre 1941 y 1950 emigran 160.000 españoles;
– entre 1951 y 1960 emigran 591.000 españoles (pero el 20% a Europa, con contratos, de donde casi todos retornan);
– entre 1961 y 1970, emigran 972.000 españoles(el 75% a Europa); y
– entre 1971 y 1975 emigran 417.000 españoles (de los cuales el 92% a Europa, , de donde casi todos retornan);
En resumen:
– Entre 1891 y 1935 emigran a América, la mayoría sin retorno, 3.836.000 españoles
(lo que equivale a una media de 85.000 emigrantes anuales, durante casi medio siglo).
– Entre 1941 y 1975 emigran 2.141.000 españoles
(lo que equivale a una media anual de 61.000 emigrantes).
– El total de la emigración a Europa en 1975 fue de sólo 19.668 personas [3].
Primera conclusión: España es, históricamente un país de fuerte emigración, y durante la era de Franco se logra disminuirla globalmente hasta llevarla a una reducción media anual de 24.000 lo que equivale a aminorarla de modo sostenido en un 28%.
Pero es más revelador que la disminución de la emigración en la era de Franco es progresiva hasta llegar al mínimo en 1975.
Segunda conclusión: el saldo migratorio (emigrantes menos inmigrantes), que es fuertemente negativo desde 1900 hasta 1930, se va reduciendo durante la era de Franco hasta ser positivo entre 1965 y 1968, años en que son más los que regresan que los que se van.
– Entre 1900 y 1930, España pierde 919.000 personas, o sea, alrededor 30.000 españoles al año.
– Entre 1961 y 1973 pierde sólo 22.000 personas, o sea, unos 1.600 españoles al año.
Es decir, 18 veces menos que en los últimos treinta años de la I Restauración borbónica.
Sólo desde la ignorancia supina o la mala fe cabe ignorar que el promedio del período 1949-1959 de 53.403 emigrantes no se puede comparar al de su apogeo 1906-1915 pues entonces salían anualmente unos 132.228 emigrantes [4].
En resumen: es absolutamente falso que en el contexto de la España contemporánea, la era de Franco sea una época especialmente migratoria en relación con el conjunto de la historia.
Al contrario, produce un drástico y creciente recorte de la emigración hasta casi anularla.
La comparación de las cifras absolutas es muy adversa para los publicitarios oficialistas; pero si se establece la relación con la población de cada momento, el paralelo se torna demoledor.
Entre 1891 y 1935, España contaba en promedio con 20.645.000 habitantes de los cuales emigraron anualmente 85.000, o sea, el 4,1 por mil.
Entre 1941 y 1975 la población era de 30.747.000 y emigraron sólo 61.000 al año, o sea, el 2,0 por mil, menos de la mitad.
De nuevo, la II Restauración de la monarquía liberal borbónica [5] España, vuelve a ser un país de emigrantes.
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[1] A. Eires et al: La emigración española a Ultramar, ed tabapress, Madrid 1991, 342 págs.
[2] Instituto Nacional de Emigración: La emigración española, Madrid 1976, 138 págs.
[3] Instituto Nacional de Emigración: Datos básicos de emigración española 1975, Madrid 1975, pág. 13.
[4] J. García Fernández: La emigración exterior de España, ed. Ariel, Barcelona 1965, pág. 22.
[5] Aunque legalmente es una Instauración como remarca la Ley Fundamental responsable de que hay un rey en España, lo cierto es que a nivel politico es la II Restauración pues supone la vuelta al tipo de monarquía bipartidista (turnista) y liberal