Jesús Longueira es el autor de ETA. Ni olvido ni perdón, un libro que recopila los atentados de la banda criminal ETA. Pese a los reiterados intentos del autor, Longueira no ha podido presentar este año oficialmente su libro en País Vasco, por las presiones y amenazas que recibieron en todos los lugares en los que anunciaron su presentación. La obra busca ser un homenaje a las verdaderas víctimas, la parte más ignorada, vilipendiada y olvidada de todo este proceso.
OKDIARIO ha entrevistado a este policía nacional para que nos cuente quién es Josu Ternera, y nos relate su experiencia sobre la «libertad de expresión» de las víctimas en el País Vasco. Jesús Longueira habla claro sobre ETA, su entorno, Bildu y el legado político del terror.
PREGUNTA. -Qué contraste tan marcado del Ayuntamiento de San Sebastián entre el recibimiento que brindó a Jordi Évole dando voz al jefe de ETA, y el rechazo que sufrió usted cuando intentó presentar su libro…
RESPUESTA. -Mientras Évole va de gira por San Sebastián, dando voz a Josu Ternera, a mí me impidieron presentar mi libro sobre ETA. Bildu presentó una moción en el Ayuntamiento de San Sebastián, y logró arrancar una declaración institucional de repulsa al acto. El Consistorio, formado por PNV (5), Bildu (6), PSOE (5), PP (3) y Podemos (3), vota en ese sentido, con la única excepción del PP, que se abstiene. Del resto, me lo esperaba; pero del PSOE, no. El acto era también homenaje a varios de sus compañeros asesinados por esa banda, como Ernest Lluch y Fernando Múgica.
Como contraste a lo de Évole, a nosotros no se nos dio la posibilidad de presentar el libro como es debido, pues los «demócratas» de siempre empezaron a acosar y a amedrentar a todo el mundo que pretendía colaborar con nosotros, suprimiendo directamente nuestra libertad de expresión.
Boicot al libro sobre ETA
P.- ¿Qué pasó en el intento de presentación del libro en el País Vasco, y concretamente en San Sebastián?
R.- El primer aviso nos lo llevamos en un diario de tirada nacional en cuanto hicimos pública nuestra intención. Un periodista me dedicó palabras tales como «el ultraderechista Jesús Longueira». Con ese artículo, consiguieron poner en la diana al local escogido para hacer la presentación. De forma comprensible, el local decidió no organizar el acto.
Lo suelen cocinar siempre de la misma manera, movilizan a sus bases y automáticamente aparecen unas amenazas por aquí y unos insultos por allá.
Pese a ello, hicimos una ofrenda floral en un monolito delante del Ayuntamiento, en honor a las víctimas del terrorismo, el mismo día 23 de febrero, a las cinco de la tarde. El día anterior, encontramos otro hotel, el cuarto después de tres cancelaciones anteriores. Mientras hacíamos el homenaje, hubo una pequeña carga policial, los gritos de «Fascista y Txacurra Kamporá», y este hotel nos comunicó que habían recibido órdenes de su central en Madrid cancelándonos en el último momento.
Pese a todo, decidimos presentarnos allí a las 20:00 horas. Nos encontramos con un buen número de simpatizantes que acudían al lugar para la presentación. Así que fuimos todos a un bar de enfrente e improvisamos el evento en un pequeño apartado que tenían más allá de la barra. Fue muy emotivo, la gente nos daba las gracias por resistir.
P.- Sortu considera que el reportaje de Évole es parcial, porque sólo habla de unas víctimas. ¿Quiénes son víctimas de ETA? ¿Los asesinados, los hijos de los asesinados, la sociedad civil española en su conjunto?
R.- Esta es una gran pregunta. Si se fijan bien, en la portada del libro, aparece un subtítulo: Una sociedad que premia a los verdugos y olvida a las víctimas. Decidí incluir estas palabras porque considero que ese olvido es también un castigo para ellas.
Las víctimas de ETA no son solo las personas que han muerto, lo son también los cientos de heridos y las decenas de mutilados. Ellos son los que realmente tendrían que tener voz y voto, y no sus asesinos.
Lo son también la madre de la niña asesinada en Santa Pola, el padre que cogió el cuerpo de su hijo de dos años en brazos y se le caía a trozos, lo son también los padres de aquellos niños pequeños que murieron en el atentado de la casa cuartel de Zaragoza y por las que el protagonista del documental aún no ha sido juzgado, y también esa viuda que no logró rehacer su vida después de 35 años… Y también lo es, por ejemplo, Enrique Múgica, que pronunció aquellas palabras de «Ni olvido ni perdón» cuando mataron a su hermano. A la sociedad en general también la incluyo como víctima.
Jesús Longueira, sobre Josu Ternera y ETA
P.- ¿Es Josu Ternera un Prófugo de la Justicia? ¿Qué delitos se le imputan?
R.- Josu Ternera tenía vista señalada para el próximo enero de 2024, en la Audiencia Nacional, por ordenar, siendo miembro de la cúpula de la banda, cometer el atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza. El juicio es suspendido al no conceder Francia su extradición mientras no finalicen los distintos procedimientos que tiene allí abiertos en su contra.
Recordemos que, por esa matanza, Josu Ternera afrontaría penas de 2.354 años de cárcel: 30 años por cada uno de los once delitos de asesinato consumados; y 23 años por cada uno de los 88 delitos de asesinato frustrado. Esta es la pena que solicita el Ministerio Fiscal.
Debemos recordar que los otros dos miembros de la cúpula etarra en esos momentos, detenidos en 1992 en la localidad Francesa de Bidart, Francisco Múgica Garmendia (alias Pakito) y José María Arregi Erostarbe (alias Fitipaldi), ya fueron condenados a esa misma pena. Además, quedó acreditado que Ternera fue el primero que hizo el croquis del lugar y facilitó el resto de la información, y Fitipaldi quien confeccionó el artefacto explosivo.
Ternera también es responsable, en sus primeros años en la banda, de varios atracos para recaudar fondos y también asaltos a polvorines para conseguir explosivos. En el documental de Évole, nos sorprende y reconoce su participación en el asesinato de Víctor Legorburu Ibarreche, en 1976, alcalde de Galdácano. Esto no tendrá consecuencia legal alguna para él, ya que todos estos delitos fueron amnistiados por la ley 46/77.
En 1980 es, además, responsable del asesinato del directivo de Michelín Luis Hergueta Guinea. Parece que, en este caso, llega incluso a ser el autor material de los disparos. La empresa Michelín era blanco de la banda en ese momento, con varias muertes y secuestros asociados a esta cadena de sucesos. En uno de ellos, es condenado el propio Arnaldo Otegi, como autor del secuestro del ingeniero Luis Abaitúa Palacios.
Entre otros muchos más delitos, Josu Ternera también es responsable de todos los crímenes cometidos por ETA mientras formaba parte de la dirección de la banda.
P.- ¿Cómo llegó Josu Ternera a formar parte de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco?
R.-Es una de las grandes paradojas de la vida. En las elecciones del 25 de octubre de 1998 sale designado como diputado del Parlamento vasco por Euskal Herritarrok y, con los votos de los partidos nacionalistas, le escogen para la Comisión de Derechos Humanos de esa Cámara. En virtud de ese cargo, pedía para los autores de delitos similares a los que él mismo cometió unos derechos que jamás le otorgaba a sus víctimas.
P.- ¿Cuál es la relación de Josu Ternera con Otegi? ¿Y La relación de ETA con Bildu?
R.-La relación está más que clara, fueron compañeros en la banda de asesinos. Más adelante, y en el período en el que era parlamentario, compartió además escaño con Arnaldo Otegi, también designado para este cargo, sentándose escaño con escaño en el Parlamento vasco.
El asesinato de Carmen Tagle
P.- ¿En qué contexto se produjo el asesinato de la fiscal Carmen Tagle tras referirse a Josu Ternera como «hijo de puta»?
R.- Carmen Tagle González fue una mujer valiente. Su asesinato se produce en un contexto que califico como causa-efecto.
Como fiscal de la Audiencia Nacional, Carmen Tagle formaba parte de una comisión rogatoria que, en mayo de 1989, se traslada a Francia para interrogar a Josu Ternera y Santiago Arróspide Sarasola (Santi Potros). De esta comisión formaban parte igualmente el juez Baltasar Garzón y varios policías.
En el transcurso de la misma, tras varias respuestas desafiantes, la fiscal les pregunta si matar a un niño de dos años es su idea de lucha. Josu Ternera da otra contestación desafiante, y es en ese momento cuando la fiscal se gira y le susurra al oído al Comisario Pedro Díaz Pintado la frase “valiente hijo de puta”. El propio juez Garzón dijo que el terrorista le debió escuchar, ya que en ese momento dirige a la fiscal una mirada estremecedora.
Cuatro meses le duró la vida a la fiscal a partir de ese momento, el tiempo mínimo indispensable de preparar y planear el atentado. El propio autor material de los disparos, Henri Parot, declaró en el juicio que el asesinato de la fiscal Tagle era consecuencia directa de aquel hecho.
P.- ¿Llegará a ser juzgado Josu Ternera?
R.- Tengo mis dudas. Tiene más de setenta años y, aunque fuera condenado, esa edad será la que le impida cumplir pena alguna, aunque tenga que acompañarlo de una oportuna enfermedad, que ya saldrá en el momento requerido y que le servirá para pedir la excarcelación.
P.- ¿Qué busca el terrorista con este documental?
R.-Realmente no lo entiendo. Me resulta incompresible lo que se les pasa por la cabeza. Lo que tengo claro es que, llegados a este punto, se vuelve a victimizar a quienes padecieron la violencia de la banda. Yo califico este evento como una desfachatez, una ignominia y un descaro. El que lo ensalza también es culpable.
Etarras en la calle
P.-Hablemos de la excarcelación de etarras. Hay algún caso de terrorista que sale de la cárcel por padecer depresión…
R.-Es una larga lista… Han sido más de veinte los que han sido puestos en libertad. Desde el secuestrador de Ortega Lara, todos recordamos los paseos del etarra Bolinaga, hasta la excarcelación de otros que lo aprovechan para fugarse, como Iñaki de Juana Chaos. Algunos con motivos graves de salud y otros no, ya que, pese a alegar enfermedades graves, incurables o terminales, más del 80% siguen con vida y con una salud envidiable.
Entre todos ellos, y como caso más sangrante, podemos citar a Miguel Ángel Gil Cervera, alias Kurika, condenado por tres asesinatos, logra su libertad en 2009, alegando una depresión con tendencia al suicidio. ¿Alguien se paró a meditar lo que pensarían de esto los familiares de sus víctimas? ¿No estarán también deprimidas?
P.- ¿Qué simboliza el recibimiento de etarras cuando salen de la cárcel?
R.- Para mí constituye una nueva humillación para las víctimas recibir como héroes a unos asesinos que, en algunos casos, vieron cómo sus víctimas eran enterradas con los féretros saliendo de la iglesia a escondidas y por la puerta de atrás. Como digo, es una nueva humillación, y quizás ni siquiera la última, ya que muchas víctimas tendrán que cruzarse con ellos a diario y verles viviendo la vida.
El hecho de que, en algunos casos, sean las corporaciones municipales las que promueven este tipo de actos aumentan este dolor y humillación. Sobre todo si además se produce con cesión de espacio público, ya sea un edificio municipal, un salón de actos o la propia casa consistorial, que considero que están hechos para otras cosas.