
En el afán continuo de la Plataforma 2025 en la lucha por la Verdad con mayúsculas, le acabamos de enviar una carta al Papa León XIV junto al libro de Calvo Zarraute «1936. Cruzada y no Guerra Civil» además de solicitarle una audiencia.
Esta es la carta enviada:
Estimado Santo Padre:
En primer lugar, le felicitamos por su reciente nombramiento como Papa, y le deseamos un largo y fructífero pontificado al frente de nuestra Iglesia.
Acudimos a Vos, como católicos españoles, con gran pesar por la situación actual por la que está atravesando nuestra nación, España. Una nación católica, denominada “tierra de María”, con grandes servicios a la Iglesia y con visión misionera a lo largo de su historia, evangelizando en todos los continentes en el nombre de Dios.
España padeció una guerra civil de 1936 a 1939, provocada en la II República española por el gobierno del Frente Popular (coalición de partidos de izquierdas e independentistas). Durante la misma, los católicos tuvieron una persecución mayor a la del emperador Diocleciano en tiempos del Impero romano. Sufrieron martirio 13 obispos, cerca de 7.000 religiosos y docenas de miles de laicos. Además, destruyeron cerca de 20.000 iglesias, que fueron incendiadas y destruidas.
Tras un alzamiento civil y militar en 1936, y bajo el mando del General Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia de Dios, se ganó lo que los obispos españoles, en su Carta Colectiva del 1 de julio de 1937 dirigida a los obispos del mundo entero, denominaron Cruzada Nacional, y no guerra civil. España alcanzó la paz en 1939. Su Santidad Pío XII, en 1953, le nombró Caballero en la más elevada distinción pontificia, la Orden Suprema de Cristo, premiando sus servicios a la Iglesia. Con Franco, las iglesias se reconstruyeron, los seminarios se llenaron de vocaciones, España inundó de nuevo el mundo de misioneros, y las leyes nacionales se redactaban siguiendo la Doctrina Social de la Iglesia. De una nación en ruinas, Franco elevó a España entre las 10 economías principales del mundo.
Al finalizar la contienda, Francisco Franco mandó construir el Valle de los Caídos, acabando la obra en 1958. Es un conjunto monumental que incluye una gran Cruz, una abadía y una gran iglesia, declarada Basílica Menor por el Papa Juan XIII en 1960. Fue voluntad de Francisco Franco que la Basílica acogiera los restos mortales de los combatientes de ambos bandos, bajo los brazos redentores y reconciliadores de la Cruz más alta del mundo, en las capillas y osarios existentes. Allí, descansan 70 beatos y 49 venerables siervos de Dios, así como miles de católicos. En la abadía y en la Basílica, custodiada por una comunidad de monjes benedictinos, se reza a diario por el alma de los combatientes de ambos bandos, y por la paz mundial.
Desde hace años, el Partido Socialista Obrero Español y otros partidos políticos de izquierdas e independentistas, herederos del Frente Popular de 1936, habiendo sido los principales causantes de los crímenes, luchan por ocultar y borrar la verdad histórica. Con leyes injustas, reinterpretan la historia, y convierten falsamente a los asesinados en verdugos. Francisco Franco, promotor de la Basílica, que fue enterrado allí en 1975 por indicación del Rey Juan Carlos I de España, fue exhumado en 2019 por orden del presidente socialista Pedro Sánchez. Dicha exhumación, fue una profanación, por ir en contra de la opinión de su familia, por ser contraria al Concordato firmado en 1953 entre España y la Santa Sede, y por no respetar el gobierno español la inviolabilidad del suelo sagrado de la Basílica que, siendo ocupada con armas por las fuerzas de seguridad del estado español, hasta el Santísimo Sacramento tuvo que ser retirado rápidamente por los benedictinos.
Además, se han exhumado restos de algunas otras personas enterradas allí, en contra de la opinión de las familias del resto de enterrados, sin tener la certeza de haber identificado correctamente los restos buscados, al estar casi todos mezclados.
Por último, el gobierno español ha manifestado su deseo de resignificar el lugar, entre 2025 y 2026, acortando la longitud de la Basílica, y dedicando parte de la misma a ser politizada, mostrando unos hechos que no se corresponden con la verdad. El gobierno español ha presionado a la comunidad benedictina, nombrando un nuevo prior de la abadía, y desterrando al anterior prior a otro lugar que aún no se ha dado a conocer. Quieren seguir profanando restos de los enterrados allí, y amenazan con eliminar y modificar otros elementos de la Basílica, como la cúpula. Diversos políticos han manifestado incluso el deseo de destruir la Cruz, la más grande de la Cristiandad.
Muy pocas voces se han alzado por parte de nuestros obispos. Los católicos sentimos que hemos sido traicionados por la Conferencia Episcopal Española, que, como se ha publicado en algunos medios de comunicación, ha entregado el Valle de los Caídos, a cambio de tapar su responsabilidad en algunos escándalos, olvidando el gobierno español la promesa de crear, de momento, una subcomisión parlamentaria de cara a investigarlos e indemnizar a las víctimas. En lugar de enfrentarse con razón y coraje, han optado por el silencio cómplice con el gobierno.
Siendo conscientes de vuestras recientes nuevas responsabilidades, acudimos a Vos, con afán de recabar vuestro apoyo, mediante un gesto o unas palabras de ayuda a católicos españoles en estos momentos tan críticos, para que, hablando con el gobierno español, nos ayude a evitar la destrucción de la mayor Cruz del mundo, la resignificación del interior y exterior la Basílica, las continuas profanaciones de los restos allí enterrados y las injerencias gubernamentales en la comunidad benedictina que custodia el Valle de los Caídos, que pretende ser convertido en un parque temático en lugar de un sitio de oración y reconciliación.
Le mandamos adjunto a esta carta, un ejemplar del libro “1936. Cruzada y no guerra civil”, escrito por el Padre Gabriel Calvo Zarráute, de la Diócesis de Toledo, que es un estudio profundo de aquel conflicto, y cómo la fidelidad al cristianismo ha sido el hilo conductor de la historia de España.
Sin respeto a la verdad, no podrá haber justicia ni reparación a los allí enterrados. Nuestra asociación, Plataforma 2025, a la que represento como presidente, ha nacido con ánimo de defender la verdad histórica, y no la que nos quieren imponer. Como viene escrito en el Evangelio de San Juan, la verdad nos hará libres.
En caso de querer recibir más información, nos ofrecemos a visitarle en Roma, o bien a proseguir el contacto a través de su Nuncio Apostólico en España.
Agradeciendo su atención y ayuda, aprovecho para renovarle mis sentimientos de profunda estima en Cristo.