
Santander otrora ciudad heroica es hoy el símbolo español de la cobardía y el odio.
Pronto se cumplirán noventa años de los hechos del 27 de diciembre de 1936 en Santander en el barco prisión Alfonso Pérez y no pasará mucho tiempo más hasta que nadie pueda contar, en primera persona, el horror que se vivió en la ciudad ese día. Con los años, víctimas y verdugos de ambos bandos se encontraron en la cotidianidad de una ciudad mediana de provincias. Y los estudiantes de medicina, ya médicos, que atendieron a los heridos en aquella jornada, en el Barrio Obrero del Rey o en el Alfonso Pérez, sanaron, pasados los años, a los verdugos, con compasión y sin bandos. Pero el ejemplo resultó insuficiente y son ahora los verdugos de aquella masacre en Santander los que rigen los designios de la ciudad.
Y mañana la Fundación Nacional Francisco Franco iba a celebrar en el «Club de Tenis», lugar icónico de la sociedad santanderina, en la que los familiares de sus socios y de su junta directiva vivieron de manera muy, pero muy burguesa, en el Régimen de Franco y gracias a él, a Franco y al Régimen, mantienen hoy sus altos estilos de vida, decidieron por COBARDIA suprimir el acto de la Fundación, con la presencia del General Chicharro y el historiador Fernando Paz. Decidieron no dar voz a esa parte de la historia a la que gracias tienen ciertos privilegios. Que no quepa la menor duda, que si algo volviera a suceder en España serían ellos más enemigos que el propio Frente Popular.
El evento se trasladó al al Gran Hotel Victoria, que también ha terminado por cancelar la reserva “por motivos de seguridad”. ¿Seguridad? No. Miedo y nuevamente COBARDÍA acrecentada por el ODIO de la Delegación de Gobierno.
Pues nada, ya sabemos que al Gran Hotel Victoria no será donde tantos y tantos franquistas que a veces veraneamos en Santander donde nos dirijamos a pernoctar.
Así que a la siguiente lista que ya hicieron los cobardes santanderinos del Frente Popular para encerrarlos en el buque prisión, para la siguiente, anoten a Fernando Paz, al General Chicharro y a un servidor y serán los santanderinos decentes los que nuevamente salven a Santander y a España.
Al al Gran Hotel Victoria, al Club de Tenis y al Delegado del Gobierno, le decimos que el acto se realizará en Santander, antes de que acabe el año, que no quepa la menor duda