Cualquier Estado del mundo civilizado con un país estructurado y con unos contrapesos de poder vigilantes y funcionando habrían fulminado a este gobierno de delincuentes analfabetos y encarcelado a su presidente, pero España es un país desnortado y sometido a la dictadura de los peores, y no sólo me refiero a estos criminales y saqueadores de la izquierda, también meto en el mismo saco de basura a esta derecha malsana y sin vergüenza que encarna un PP que solo está para esperando su turno seguir lo empezado por los otros.
Cuando comenzaron a dinamitar el Estado de derecho y a colonizar todas las estructuras del mismo ya hubo algún tímido aviso de lo que iba a pasar y la sociedad civil suficientemente polarizada aun dándose ligera cuenta de la grave situación de dónde estábamos y de dónde nos iba a llevar con sus políticas de rapiña y corrupción esta banda de forajidos, les siguieron votando alrededor de 6 millones de cabestros ágrafos siendo con ese voto responsables del desastre que padecemos.
Este pueblo se deja saquear y no mueve un dedo. El sátrapa de Sánchez está cercado por la corrupción total de su partido, gobierno y familia y aquí, en esta sociedad nadie rompe un plato ni piensa tomar alguna medida . El empobrecimiento de los ciudadanos es de escándalo y la miseria de todos los más desfavorecidos es notoria.
Da mucho pesar el ver a una sociedad sin futuro deambular por ámbitos de gasto insostenible sin un mal gesto, sin la menor queja. El partido socialista debería estar ilegalizado y con todos sus dirigentes en prisión, esto lo he dicho más de una vez y lo seguiré diciendo. Solo hay que echar la vista atrás en la historia de España para ver el camino de robo y crimen de esta panda de delincuentes. La culpa en su origen la tuvo esa fiebre de falsa libertad que abrió la puerta de un Estado modélico, a todos los que ya desde la caída de Alfonso XIII se propusieron acabar con cualquier vestigio de unidad y progreso.
El fruto de todo este caos la tuvo esa falsa política que hablaba de cerrar heridas y de reconciliación inoculando en vena el cáncer metastásico que padecemos, un cáncer que dado su virulento desarrollo ya no tiene ningún arreglo posible.
El dictador Sánchez quiere de forma descarada dinamitar lo que queda del Estado de derecho y como puede hacer lo que le dé la gana ahora quiere poner en marcha una ley que otorgue a los fiscales, recordemos la imputación del jefe de estos, el control jurídico marginando a los jueces y vigilando desde Moncloa cuáles de estos obedecen y cuáles no.
Esto conlleva la prohibición de admitir denuncias privadas, de asociaciones y partidos, en incluso derivadas de investigaciones periodísticas. Es el fin, si lo logran, de la independencia judicial con la gravedad que supone esta terrible acción. Es un atentado contra una sociedad lasa que ni entiende, ni quiere entender que la única solución a tamaña situación es salir todos a la calle y quedarnos en ella hasta que algún poder constitucional se despierte y haga su trabajo acabando de raíz con esta pesadilla que nos ahoga.
Este artículo es para enmarcar aunque sólo sirva para que los cuatro «gatos» que tenemos vergüenza, dignidad, orgullo, honor, valor, principios y patriotismo, nos sintamos representados y un poco menos solos en esta auténtica pesadilla que llevamos demasiado tiempo padeciendo.
Al igual que he hecho en un artículo anterior, reitero mi total compromiso en cualquier acción que se lleve a cabo contra estos criminales traidores en defensa de lo más sagrado que es la Patria.
Un saludo.
¡Arriba España Siempre!