La inmigración ocupa un espacio cada vez más central en el debate político. Si formaciones como Vox han abanderado este asunto con el fin de encontrar un nicho de electores que consideran desatendidos, otros partidos, como el PP o Junts per Catalunya, también empiezan a darle prioridad en sus agendas políticas. En especial al tener análisis internos que indican que representa una «preocupación» para parte de su electorado. Esta sensación también se refleja en los últimos barómetros del CIS, al ubicarlo como principal problema de los españoles.
Quien también ha querido terciar en este asunto es Alejandro Espinosa Solana (Baracaldo, 1965). Espinosa ha publicado el libro Hacia una Europa islamizada. El desafío migratorio musulmán: una guerra híbrida no declarada (SND Editores), que presentó recientemente en Madrid junto al inspector de la Policía Nacional Javier Rodrigo. El autor trabajó en el departamento internacional de la Agencia Vasca del Desarrollo. Comenzó su andadura profesional como joven analista de mercados en la Cámara Española de Comercio en Casablanca (Marruecos) y asegura, en esta entrevista con THE OBJECTIVE, que la obra es fruto de su «preocupación» en este asunto.
Su libro defiende una tesis bastante polémica: detrás de los procesos migratorios «aparentemente espontáneos» hay un plan deliberado de países como Arabia Saudí «para desestabilizarnos». Según Espinosa, en Europa «pecamos de ingenuidad»: calcula que «un cuarto o más de la inmigración árabe en Europa está a favor de la sharía (ley islámica), que la prefiere por encima de las leyes propias del Estado y justicia o que entiende los actos violentos y terroristas contra Occidente».
«Desafectos con la sociedad»
«Incluso entre los jóvenes ya nacidos o crecidos en España o Europa hay un porcentaje muy elevado que prefiere la ley islámica. Un gran número de jóvenes tiene problemas de identidad, y aunque no empuñen las armas, apoyan y comprenden los atentados terroristas. Creen legitimada la actuación violenta contra los imperialistas americanos, los colonialistas europeos o los judíos».
Para hacer estas afirmaciones se basa en estudios de los propios servicios de inteligencia de muchos países europeos, informes oficiales y varios think tanks sobre los índices de criminalidad e integración o que monitorizan la inmigración.
Espinosa también aborda la «desafección que hay entre las comunidades musulmanas» con la sociedad donde se establecen. No habla «individualmente de cada uno de ellos», sino de las «comunidades musulmanas»: «Los estudios, por ejemplo, demuestran que el mayor abandono escolar y malos resultados se dan entre los musulmanes».
Población musulmana en Europa
A su juicio, a esta desafección hay que sumarle el interés de «potencias árabes como Arabia Saudí, Kuwait y Qatar para desestabilizarnos». «Arabia Saudí se infiltra en mezquitas, en centros de estudios coránicos, en ONG que financian, en todas esas instituciones para introducir su fundamentalismo. Hay muchos informes de los servicios de inteligencia que lo demuestran. O también otras organizaciones como los Hermanos Musulmanes, infiltrados en nuestras instituciones, en partidos, ONG, en fundaciones que trabajan por su presencia cada vez mayor».
A la pregunta de si la pobreza o marginalidad de estos colectivos puede ser una de las causas de la desafección o de algunos problemas de convivencia, lo niega categóricamente. Insiste en la tesis de su libro de que existe una «guerra híbrida» de potencias árabes: «En todos los países europeos que he estudiado hay un muy difícil encaje de estas comunidades musulmanas en las sociedades occidentales. Hay problemas de mayor delincuencia, de mayor desempleo, de mayor abuso de las políticas sociales, de una población carcelaria totalmente desproporcionada con su representación en la sociedad… Somos ingenuos si creemos que solo es la voluntad personal de los que vienen. Muchos de estos jóvenes no quieren venir aquí, no tienen estudios ni quieren hacer un esfuerzo adicional para integrarse. Hay una guerra híbrida diseñada desde hace décadas».
En su extensa obra, Espinosa revisa la situación actual de Francia, Alemania, Suecia, Gran Bretaña, Países Bajos y Dinamarca, entre otros, que le sirven para hacer una proyección sobre España. A partir del informe de 2017 La creciente inmigración musulmana de Europa, del Pew Research Center, un prestigioso instituto de investigación con sede en Washington, asegura que España pasará del 2,6% de musulmanes en 2016 al 4,6%, 6,8% y 7,2% en 2050 según tres escenarios migratorios (con políticas de entrada más restrictivos o laxos). En la media de Europa, la previsión para 2050 de inmigrantes musulmanes es del 7,4%, 11,2% o 14%, según se endurezcan o flexibilicen las políticas de entrada.