Nos pidió que guardáramos con celo el sentido patrio de la unidad de España y que estuviéramos vigilantes porque los enemigos están siempre al acecho, y en respuesta a este vaticinio, con un rey traidor y unos políticos que abandonaron el barco del Movimiento, y todo lo que esto suponía, abrieron las puertas de par en par a los partidos de izquierdas y derechas y acabaron con España con la mal llamada «apertura» y la criminal «reforma política» y cuando no había nada que reformar, inocularon el cáncer letal de las autonomías, logrando enfrentar a los españoles, y troceando la unidad de todos pulverizaron la esencia y espíritu de nuestro pueblo.
Ahora después de los aquelarres de las elecciones vascas donde los asesinos de ETA también tienen sitio destacado en su gobierno y sin que ni un solo vasco haya puesto el grito en el cielo por tanta vergüenza manchada de sangre inocente, le tocó «la fiesta» a la región de Cataluña con sus recientes elecciones y con esos pactos entre gente que lo único que pretenden, como en Vascongadas, es la total disolución del estado en mil pedazos.
Yo, créanme, no puedo entender como llegando a este límite de degeneración y desvergüenza nadie haga nada, que a nadie le importe un carajo, lo que estas bandas de antiespañoles son capaces de realizar y tragan sus hechos criminales sin importarles nada.
Un ejemplo para tomar las calles en todo este albañal en el que han convertido nuestra patria. Mintieron al pueblo con la gripe china y aterrorizándonos, nos encarcelaron, vejaron, y llegaron al robo y asesinato, y aquí nadie se mueve ni pide responsabilidades. A las personas que no nos vacunamos nos han perseguido y acorralado como insolidarios apestados y ahora resulta que llevábamos razón y las muertes exponenciales raras y en muchos casos súbitas en personas sanas tenían y tienen relación directa con esta terapia génica impuesta por un gobierno genocida que además se enriqueció con todo este lío de mascarillas y «vacunas» asesinas.
El exministro de sanidad, Salvador Illa es uno de los responsables de trapicheos con mascarillas inservibles e inyectables mortales. Este tipejo de aspecto siniestro y pocas luces en vez de estar en la cárcel de por vida, en estas elecciones catalanas los pocos que han votado le han hecho ganador virtual de estos comicios. O sea, los catalanes de a pie, al margen de pasteleos y obscenos pactos que llegaran, han dado su confianza a este individuo. Esto, ya solo como dato de carácter sociológico, da un resultado de una sociedad enferma, con un recorrido, como poco, aterrador.
Estos trileros infames se mueven muy bien en su basura y con un gobierno nacional sustentado y apuntalado con separatistas y terroristas, gobernarán también en esa Cataluña que entre todos han diseñado con los mimbres de este detritus que padecemos a nivel general y que quieran o no será razón de subsistencia pactando entre sonrisas, apretones de manos y puñaladas traperas para su continuidad en las elites de poder. Lo malo de todo esto es que en unos días se aprobará la ley de amnistía para que todo cuadre en sus malvados cálculos de destrucción total y no pasará nada… Y ellos lo saben.