Que los canallas del partido socialista tienen fijación por las putas y el «polvo blanco» es un hecho constatable. Que sin desmerecer a otros partidos de una u otra tendencia, el Partido Socialista tiene un presente que rubrica con su añoranza del crimen y el robo desde su nefasta fundación, es solamente historia. Que gozan impunidad absoluta y además tienen un respaldo de casi nueve millones de gentuzas que les vota y aplaude, es una triste verdad. Este nuevo episodio de robo no les pasará factura. Este escándalo de «mordidas» no les restará ni un solo voto, ni hoy ni en un futuro. El tipo este que atiende al nombre de Koldo es un personaje vomitivo salido de un puticlub y con un currículum de palizas de macarra de pueblo, un referente para la cúpula del partido. Santos Cerdán, el electricista, se lo presento al gran golfo de Ábalos que le hizo su chofer, su maletero, recuerden el caso Delcy y sus misteriosas maletas, y su guardaespaldas de película de «Torrente». Pasó de la nada a negocios oscuros con la adquisición de mascarillas en los tiempos en los que los ciudadanos se morían a chorros. Pasó de la nada absoluta a ventilar más de 50 millones de euros en adjudicaciones, todas ellas delictivas ¿Y este gañán urdía toda esta trama solito? No. Detrás estaba por supuesto su jefe Ábalos, que ahora no sabe, pobre, nada del asunto, y una colección de miserables canallas como ellos dos. Está el Ministerio del Interior del ínclito Marlasca, Salvador Illa y su Ministerio de Sanidad, la infame Francine Armengol, cuando era presidenta de Baleares, ahora premiada por su negra gestión en la isla, con el cargo de presidenta del Congreso, y también, así a bote pronto, Ángel Víctor Torres, ahora flamante ministro de Política Territorial y Memoria Democrática y en los tiempos terribles del virus chino, presidente de Canarias.
Las infladas adjudicaciones se hacían a «una cosa» llamaba: «Soluciones de gestión y apoyo a empresas SL» ¿Pasarán todos estos por la cárcel? Ninguno. Un breve recorrido por unos pocos asuntos de este partido de ladrones que festejaron sus negros cien años de vileza con un eslogan que da una mezcla de risa y asco, «100 años de honradez» ¿Recuerdan ustedes, Filesa, Maleza y Time Sport? ¿Alguien recuerda al hermano de Guerra y su cutre despacho sevillano de influencias «salchicheras»? ¿Se acuerdan del caso Roldán, ése pájaro que robaba a los huérfanos de la benemérita, entre otras canalladas? ¿Recuerdan esas imágenes rodeado de putas y en calzoncillos? ¿Se acuerdan de «Pepiño» Blanco y sus negocios mafiosos en cutres gasolineras? ¿De dónde sacó ese escandaloso patrimonio personal José Bono? No les quiero cansar, pero toda esta mierda, unos pocos ejemplos, comparado con el escándalo de los ERE de Andalucía, es, incluido al Tito Berni, un chiste malo. No pasará nada con este nuevo y sucio asunto, unos días de tralla periodística con sabias conclusiones de unos y otros y a otra cosa. El mal, y lo vengo repitiendo una y otra vez, viene de lejos, de ese nefasto 78 y su apertura y legalización de partidos. Tito Koldo, es solo un resultado más de un régimen podrido desde sus cimientos.