Cuando ni por asomo la inmigración era un problema en España, el orador más grande de los últimos 60 años, ya nos avisaba del peligro que sería el permitir la immigración descontrolada.
Locos nos llamaban. Racistas, xenófobos y no se qué más cosas. No hay mejor día que en el 10º Aniversario de su muerte para volver a recordar sus siempre acertadas previsiones.
Cuanta razón tenía en todo, D. Blas. Siempre tuvo razón.
Avisó que los Traidores aduladores de Franco querían destruir el régimen a su muerte, y debíamos unirnos para impedir la llegada de la democracia criminal.
Y avisó que la inmigración era ya una invasión en 1995 cuando gobernaba Felipe González.
