La España imperial, aunque nos cuentan que llega hasta 1898 para mí llega hasta el rey Carlos II. Lo que luego vino, lo borbónico, apenas tiene nada que ver con aquello.
Y es que se está insinuando desde hace demasiado tiempo que la España imperial era una especie como de España »pseudo liberal». Bueno, pues ya les digo yo que ni de coña era así. Hay historiadores que insinúan que por ejemplo la monarquía de los reyes católicos era similar a la actual. Jamás la gran reina que fue Isabel I hubiese permitido que la privaran de todo su poder para ser luego una »reina títere» o »reina palo» como lo es la »pseudo monarquía» de ahora. La monarquía actual, la parlamentaria, la que se dice que el rey reina pero no gobierna precisamente por eso no es ni será nunca »monarquía» en todo caso es una »república coronada» y por lo tanto no tiene nada que ver con la antigua.
Los partidos, que son una especie de facciones antiguas. Para empezar, los partidos lo que hacen es »partir» o dividir a la gente para atomizar a la sociedad y por ello deberían desaparecer del mapa. Uno de los ejes de la política nacional de la antigua monarquía española era precisamente atar en corto a las facciones. La unidad política y la unidad religiosa eran dos de los grandes pilares políticos en los cuales se asentaba el imperio español. Por otro lado, las Cortes antiguas entre otras cosas se dedicaban a limitar que no a neutralizar, como lo hacen ahora, el poder de los monarcas. Ni todo el poder lo tenía el monarca ni todo el poder lo tenían las Cortes como si lo tienen en estos momentos, pues el poder político en realidad lo detenta el parlamento con los partidos políticos que hay dentro de él y encima de entre esas facciones sale elegido el Presidente del gobierno de turno, que es, por desgracia, el que verdaderamente gobierna este país.
Las autonomías, se dice que son los antiguos reinos. ¿Seguro?. ¿Cantabria fue un reino?, ¿y la Rioja?, ¿y Cataluña?, ¿y las Vascongadas?. En realidad las autonomías no son más que Estados nación liberales con una capital. Son estas autonomías, junto con los conceptos erróneos que tiene sobre la soberanía y la libertad en general el liberalismo, las que permiten y con ello hacen peligrar constantemente la unidad nacional, por eso deberían ser inmediatamente abolidas.
Señores historiadores, la razón más evidente de que la España imperial no era liberal es que era de raíz católica y por tanto jamás pudo ser liberal. Esta es la España original, la otra es una postiza contra la que ya se levantó en 1808 el pueblo español, impuesta por el liberalismo y por supuesto la masonería internacional que es la que está detrás de esta ideología infame. Esa España donde no se ponía el sol en sus dominios, no la de ahora dividida y arruinada por el liberalismo y que da asco verla.
La España del Caudillo Francisco Franco si era lo más parecido, que no igual, a lo que tuvimos en el pasado por eso esa es la España que yo tengo de referente político y por supuesto también la de los reyes Isabel y Fernando, modelo del régimen anterior. La »España borbónica», se diga lo que se diga por ahí, poco o directamente nada tiene que ver con aquella imperial.
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20/11/2024